Ah, el anonimato

Santiago González-El Mundo

EL VIERNES pasado incorporé a mi sección en Herrera en COPE el trino de uno de los tuiteros a los que recurro con más frecuencia. Así: «El gran Pastrana ha hecho una propuesta en materia de relaciones exteriores: Ahora que Maduro ha expulsado al embajador de España en Venezuela, yo ofrecería diálogo para negociar que al menos se quede con Zapatero».
Estaba yo lejos de suponer que esa mañana se iba a desatar una cacería implacable contra el tal Pastrana. Al poco tiempo, recibí un rebuzno pequeño, platerillo, tan blando por fuera que parecía de algodón, firmado por Bullock R.: «El Pastrana ese que tanto nombras, ¿es un alcalde del PP? Podrías decirlo en antena». Respondí: «No sé quién es ni a qué dedica el tiempo libre. Doy cuenta de su ingenio, eso es todo».
Para esas horas ya se había descubierto la identidad de Pastrana y algunas ilustres Plateras se hicieron oír en la red. «Vaya vaya vaya», escribía una alborozada Ana Pastor. También daba cuenta de ello Julia Otero y, ya en otro nivel de la constelación mediática, Bea Talegón. Naturalmente, Rufián y Pablo Iglesias. Efectivamente, Pastrana es alcalde de un pueblecito turolense llamado Villar del Cobo, 188 habitantes. Hubo decenas de reacciones que señalaron la debilidad de la izquierda, en vez de rebatir las ideas argumentan siempre ‘ad hominem’. De ahí que les hiciera tan felices descubrir que pertenecía al enemigo. Como si hiciera falta conocer a Rufián para saber que sus tuits son gilipollas sin necesidad de información adicional alguna.
La militancia de Pastrana en el PP es una cuestión que se le antoja a cualquiera bastante interesante. Un tío con ese talento y la gracia que derrocha cada día en sus trinos debería estar mejor aprovechado por su partido que al frente de una alcaldía de 188 habitantes. Comparen su ingenio con lo más ocurrente que haya salido nunca de la pluma o de la boca de las alcaldesas de la dos capitales más grandes. O sus trinos con los de las ‘estarletes’ citadas ‘ut supra’ y los de Rufián y Pablo. ¿Qué hace Génova que no le ofrece un despacho y un cargo de ‘community manager’?