ABC-LUIS VENTOSO

Resulta interesante repasar el éxito de Tezanos en las andaluzas

SINIESTRO Total fueron nuestros punks de andar por casa allá. Evoco con morriña algunos de sus conciertos de los ochenta, de los que salíamos con los oídos embotados, sudorosos, con un bolingón más bien respetable y tan contentos como si hubiésemos visto a los mismísimos The Clash. Aquellos egregios filósofos vigueses, que todavía andan por ahí dando tumbos crepusculares, titularon así su disco en directo: «Ante todo mucha calma». La encuesta del CIS de José Félix Tezanos, militante del PSOE desde 1973, anuncia el siniestro total del voto conservador y proclama el advenimiento de Sánchez 2 de la mano de Podemos. ¿Qué valoración merece? Pues siguiendo el magisterio de Siniestro diríamos que «ante todo, mucha calma».

Hay una frase que indefectiblemente delata a un candidato a punto de perder, y es esta: «La única encuesta que importa son las urnas». Si le escuchan ese latiguillo a un político, denlo por muerto. Sin embargo, es también cierto que los sondeos no suelen acertar, porque constituyen un boceto de tendencias, más que una foto-finish. En algunos países directamente no dan una, como sucede de manera casi cómica en el Reino Unido. En las elecciones de 2014, anunciaron hasta el último día un «empate técnico» entre Cameron y el laborista Miliband. Lo cierto es que el candidato conservador ganó con mayoría absoluta. En la campaña del referéndum de la UE pregonaron el triunfo del «Remain». El día de la verdad cayó un Brexit como un piano.

No es menester viajar fuera para evocar gloriosos gambazos demoscópicos. El admirable Tezanos, militante del PSOE desde 1973 y hombre de imparcialidad acreditada, no dio pie con bola en las andaluzas de diciembre. Otorgó a Susana Díaz 14 escaños y diez puntos de más; al PP le laminó 4 diputados, a Podemos lo infló en 4 y el fenómeno Vox ni lo olió: les daba un escaño pelado y obtuvieron 12.

El CIS tampoco lo clavó durante la etapa de Rajoy. En su último barómetro antes de las elecciones de 2016, que ganó el PP con 137 escaños, les pronosticó 16 diputados de menos y a Podemos, 15 de más. Por entonces la moda demoscópica en boga era que Iglesias arrasaría. A las puertas de la votación, la encuesta del periódico socialista de referencia lo situó en segundo puesto, con un 12,2% más de votos de los que en realidad obtuvo (al PP le restó un 4,5%).

El CIS previó a las elecciones de 2016 recogía una cifra de indecisos del 14,7%. El de ayer del maestro José Félix –militante socialista desde 1973– la eleva a un 38%. ¿Qué valor tiene un sondeo que asume que 38 de cada cien encuestados todavía no saben qué votar? Todo está abierto. Además, ¿es lógico que el socialismo, en caída libre en toda Europa mientras sube el voto conservador, barra en España? Sintiéndolo mucho, sigo apostando una ronda de percebes de Corme, regados con el más fino vino godello, a que la presidencia no será para Sánchez el paseo militar que vaticina Tezanos.

(PD: España, única democracia avanzada donde se puede pasar directamente de la ejecutiva de un partido a dirigir sondeos electorales de parte costeados por los impuestos de todos).