Aznar alerta ante el «derrumbe» social y político de la Nación

ABC 24/01/17

· «España no se va a romper, pero no basta con evitar lo peor», avisa el expresidente

José María Aznar volvió ayer a convocar a una «tarea nacional compartida» para superar las tres «brechas» que a su juicio «están desvertebrando» España –la social, la territorial y la política– y que corren el riesgo de convertirse en «fracturas» o incluso en «derrumbe».

El expresidente cree que la actual «impresión de decaimiento» extendida en nuestro país «obedece» a esa falta de proyecto común que ha roto con el relato continuado de progreso y vertebración desde la Transición, y que ha fortalecido al nacionalismo y un populismo que navegan en el malestar social. «Nuestro proyecto ha quedado detenido y hay que ponerlo en marcha», remarcó.

Aznar inauguró el ciclo de conferencias «El necesario fortalecimiento de España» organizado por la Fundación Valores y Sociedad, que preside el exministro Jaime Mayor Oreja, y la Fundación Villacisneros. El acto lo inició la expresidenta del PP vasco María San Gil con un emocionado minuto de silencio en memoria de Gregorio Ordóñez, de cuyo asesinato se cumplía ayer 22 años.

El presidente de FAES afirmó en un acto multitudinario en Madrid que no tiene en absoluto una idea pesimista de España ni de su historia, pero sí «un espíritu crítico» desde el que llama a impulsar «programas de ambición nacional» a los partidos y también a la sociedad civil. Esos programas, dijo, deben estar «alejados del localismo empobrecedor, el populismo mendaz y del adanismo institucional», que a su juicio caracterizan las nuevas ofertas electorales.

El expresidente fue muy crítico con los nuevos partidos: «No actúan para un proyecto nacional; al contrario, exhiben ruptura territorial, generacional, ideologica (…) declaran su vocación explícita de parcialidad y división».


· Los protagonistas

JOSÉ MARÍA AZNAR, EXPRESIDENTE DEL GOBIERNO
«Nuestro proyecto ha quedado detenido y hay que ponerlo en marcha» «Debemos impulsar programas de ambición nacional y deseo de progreso que estén alejados del localismo empobrecedor, del populismo mendaz y del adanismo institucional»

MARÍA SAN GIL, FUNDACIÓN VILLACISNEROS
«La idea de España desaparece arrastrada por ese relativismo que todo lo inunda. El fortalecimiento de España es una tarea que no podemos dejar demorar por más tiempo»

 

Brecha generacional
Aznar alertó especialmente sobre la brecha social con una doble vertiente. Por un lado, aseguró que la gestión de la crisis ha dado como resultado el «blindaje» de las recetas socialdemócratas y ha «debilitado» las «esperanzas» de «otros muchos», en concreto de la clase media, empobrecida. Pero sobre todo alarmó ante la desconexión de los jóvenes con el proyecto comúnEn ellos, dice, crece la desesperanza por la falta de oportunidades. Sin embargo, denunció, sobre esas generaciones futuras pesará «una enorme deuda» pública como precio asumido por la falta de reformas estructurales. «Se les pasará el cobro de una factura de bienestar que apenas disfrutan. No estamos jugando limpio con nuestros jóvenes y eso es alimentar el riesgo de que la primera brecha termine definitivamente en fractura», advirtió.

El expresidente denunció también el «repliegue identitario» en España frente al proceso centrifugador» del modelo autonómico, en el que las comunidades compiten cada una por su cuenta por sus intereses dejando un «Estado residual». En ese sentido, aseguró que el Gobierno no puede ofrecer «flexibilidad» ante las insaciables demandas nacionalistas. Eso sí, reconoció que el contexto internacional, con la celebración de referendos soberanistas y la decisión del Reino Unido de salir de la UE, no ayudan.

Fue ahí cuando llamó a la reacción de las principales fuerzas políticas del país y la sociedad civil: «España no se va a romper. Pero no basta con eso. No basta con evitar lo peor, hay que aspirar a lo mejor». «Lo tenemos todo para afrontar grandes desafíos para convertirlo en nuevas ventajas y nuevos éxitos. Sería muy lamentable que lo único que nos faltara es la voluntad», aseveró, invocando otra vez a un «nuevo empeño nacional» que, como la Transición, sea «inclusivo».

María San Gil también urgió a «no dejar demorar por más tiempo» la tarea por el fortalecimiento del proyecto político, social y de valores que es España, y que, denunció, «desaparece arrastrada por ese relativismo que todo inunda». San Gil coordina el ciclo de conferencias que se prolongarán hasta el verano, con la participación de políticos, periodistas e intelectuales.