Bajar ahora impuestos es obsceno

XAVIER VIDAL-FOLCH – EL PAIS – 10/06/16

· Una reducción general es electoralista, inviable, poco oportuna y antirredistributiva.

Mariano Rajoy propuso bajar impuestos el 18 de mayo, el día en que la Comisión decidía si imponía o aplazaba una multa a España por su déficit excesivo. El 2 de junio reiteró: «Sería un enorme error no bajar los impuestos».

Cuidado porque ya hizo igual promesa en 2011; y en su primer Consejo de Ministros, el 30 de diciembre, subió el marginal del IRPF hasta el 52%. Como reprende el director de Asuntos Fiscales del FMI, Vítor Gaspar, las políticas fiscales deben trazarse siempre a largo plazo «y no a golpe de anuncio electoral».

Prometer ahora una rebaja general de impuestos es obsceno, por electoralista.

Y es imprudente porque refuerza contra España la presión de algún socio (Alemania) para concretar en julio la multa aplazada.

Es además inseguro porque no se detalla cómo —con qué ingresos— se compensaría la minoración de ingresos públicos producto de esas rebajas. Y eso, cuando Bruselas calcula el agujero fiscal a cubrir en 8.100 millones: se exige lo contrario, ingresos adicionales.

Y es también antirredistributivo porque la presión fiscal en España sigue siete puntos del PIB por debajo de la media de sus socios. ¿Aspiramos a servicios sociales suecos con recaudaciones fiscales congoleñas?

Todas esas objeciones son de orden moral o político, nobles, quizá demasiado nobles. Pero hay otras dos más a ras de suelo.

La primera es la dificultosa viabilidad de reducir impuestos, cuando la recaudación capota. Es lo que está ocurriendo. En el primer cuatrimestre del año la colecta impositiva total se contrajo un 8,7%. El impuesto de sociedades, recaudó un desorbitado (a la baja) menos 48,7%, mucho peor que el 4,2% en que se retrajo el impuesto sobre la renta (IRPF).

(Entre paréntesis: ocurrió gracias a la genial reforma fiscal, que redujo primero al 28% y luego al 25% el tipo básico de Sociedades, y que aparcó los pagos fraccionados).

Así que el déficit de la Administración General del Estado se agravó un 15,6%, mientras que, ay qué sorpresa, el de las comunidades autónomas mejoró un 24,7%.

Serán certeras la razones reglamentarias, transitorias y periodificantes de Hacienda, que justifican esta caída como «coyuntural» y recuperable, pero ya veremos las caras de los inspectores de Bruselas. Y menos mal que están ahí, que los de aquí corremos riesgo de que nos enreden a todos, incluida la infatigable Autoridad Fiscal Independiente.

La segunda dificultad es que en la era Rajoy nos hemos comido la mitad del Fondo de Reserva o hucha de las pensiones. Por culpa de la pinza entre más gasto (pues el personal envejece más y las nuevas pensiones son más caras) y menos ingresos por cotizaciones, dada la mala calidad y retribución de los nuevos empleos (en el primer cuatrimestre las cotizaciones fueron 14 millones inferiores a las de igual período de 2015, tras crearse medio milllón de empleos en un año).

La hucha cubriría hoy solo cuatro meses (32.000 millones). O se vitaminiza con la presión fiscal que Rajoy prometer rebajar, o va derechita a sumar cero. Pero para entonces, igual ya nos han subido los impuestos, contra todo lo que nos prometen ahora.

XAVIER VIDAL-FOLCH – EL PAIS – 10/06/16