Barberá contra Rajoy

VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 16/03/16

· A este paso, Rita Barberá y los concejales del Ayuntamiento de Valencia van a hacer más para cargarse definitivamente a su partido y para decapitar políticamente a Rajoy que todas las andanadas de Rivera y todos los insultos de Sánchez contra el líder del PP. De lo sabido hasta ahora, que ha pasado directamente a ser una obscenidad grabada en audio, lo único que hay que exigir a la totalidad de los implicados en la operación es que pongan inmediatamente su cargo a disposición de su partido. Incluye esto a la ex alcaldesa, por más que insista en su primigenia inocencia, porque, en el mejor de los casos para ella, su responsabilidad política es tan inmensa que no soporta ni por un segundo su empecinada e inútil terquedad.

Sólo la decisión adoptada ayer tarde por su partido de abrir un expediente informativo a lo sucedido en Valencia ha podido controlar el terremoto que lleva días avisando, desde su epicentro en la calle de Génova, con arrasar al PP.

Y mire usted por dónde, la sólida unidad de la mayor parte de los militantes y la totalidad de los dirigentes en torno al liderazgo de Rajoy, tenazmente barrenado desde el exterior, ha estado a punto de saltar por los aires, por lo menos en su expresión pública, a cuenta del tratamiento que la señora Barberá exige para sí con una desconsideración incalificable hacia su partido.

Lo sucedido ayer fue una prueba de hasta qué punto las nuevas generaciones de dirigentes están saturadas de torear con los pufos de algunos de sus mayores, que se comportan como si fueran acreedores de un respeto que no merecen. Y Mariano Rajoy participa de esa corriente contemporizadora que ha desbordado ya los cauces de lo tolerable y que amenaza con anegar al partido. Rajoy dice que le tranquiliza que Barberá acuda a declarar ante el juez.

Lo que no dice, y debería haber dicho con total claridad, por mucho cariño que le tenga a su compañera de campañas electorales y puntal de antiguos éxitos ya extinguidos, es que lo sucedido es un escándalo inadmisible y pedir que todos los imputados por el juez renuncien ya a sus actas. Porque es el juez quien deberá decir si constituyen, o no, delito las actividades que está juzgando. Pero cualquiera puede decir, y debe hacerlo, que ésas son actividades impresentables. Y que, en el caso de la ex alcaldesa, sólo por haber ignorado, como ella sostiene, la existencia de esa red de blanqueo «a la chica», debería haber comparecido avergonzada para pedir perdón a los ciudadanos por su pésima manera de entender las responsabilidades de su cargo.

Rajoy no puede seguir poniendo paños calientes a quienes tienen encendida una hoguera debajo mismo de su asiento.

VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 16/03/16