Cal viva y confeti

ABC  13/06/17
MANUEL MARÍN

· Podemos está aislado y su única alternativa es hacer del Congreso un estadio de hooligans

El problema de las mociones de censura, y más las abocadas al fracaso, no está en su motivación, diseño o estrategia, sino en la rentabilidad que se obtenga de su escenificación y en la capacidad de su promotor para que no se le vaya de las manos. Pero a Iglesias se le ha ido de las manos sin siquiera haber subido a la tribuna. Negarse a retirar la moción para rectificar a tiempo será un error con el que tenga que convivir el resto de la legislatura porque no ha calculado el descrédito que le puede suponer.

La consecuencia más trágica para Podemos es que quedará diluida su idea primigenia de retratar al PSOE como el culpable de que no emerja un Gobierno de izquierdas y de que Rajoy permanezca en La Moncloa. El militante socialista que ha votado a Sánchez para afrontar la refundación del PSOE ya conoce bien a Iglesias y hoy no le necesita como referente ejemplar de nada. Podemos ha quedado aislado en tierra de nadie y su única alternativa hoy es convertir el Congreso en un estadio de hoolligans en bronca permanente porque el PSOE le está ganando en sobriedad, serenidad y paciente inteligencia. Nadie duda de que si Sánchez no ocupa la presidencia es porque Iglesias lo vetó, y ya no es momento de repetir como palmero de Podemos por mucho Rajoy que se siente en el banco azul.

La cal viva que arrojó Iglesias en los escaños socialistas durante la fallida investidura de Sánchez aún quema, y ha perdido vigencia ese falso discurso que todo lo aboca a optar entre Iglesias McGyver o el caos de la ultraderecha fascista. ¿Qué quedará tras hoy? Mucho confeti esparcido, matasuegras pisoteados, demagogia populista, gresca solemne…, y esa cara de pánfilo que a uno se le queda cuando acaba la fiesta y ve que todos se fueron antes con pareja, dejándole arrumbado en un rincón con la botella por chupete.