Cataluña: Pedro Sánchez, en la infame senda de Zapatero

LIBERTAD DIGITAL 24/04/17
EDITORIAL

· Este Sánchez no es más que un émulo del peor presidente (¡y expresidente!) del Gobierno de la etapa democrática: José Luis Rodríguez Zapatero.

«España es una nación de naciones y Cataluña es una nación», ha proclamado este fin de semana Pedro Sánchez en Barcelona, arropado por la plana mayor del partido pretendidamente hermano del PSOE, el nacionalista PSC, que anda diciendo lo mismo y, a la vez, cosechando batacazos electorales tremebundos, puede que no enteramente por casualidad: el Cinturón Rojo y la propia Ciudad Condal han dicho basta.

Como su referente Zapatero, Sánchez es un político deficiente con una pésima formación intelectual que pretende suplir con carretadas de oportunismo y cursilería. Y como aquél, el daño que puede hacer a la Nación y a su propio partido es formidable.

¿Qué pretende conseguir Sánchez con esa frase que lo que no tiene de premoderna lo tiene de apaciguadora ante unos nacionalistas que ya no es que se hayan proclamado independentistas, sino que están perpetrando un golpe de Estado desde las propias instituciones para llevar a término su desafío secesionista? ¿De verdad pretende que va a aplacar a la batasuna CUP, a la banda de Rufián y Tardá, al clan Pujol, a Mas y a Puigdemont? De esa proclama no se desprende elaboración intelectual alguna sino el hedor del oportunismo más infecto; el de alguien que, con tal de llegar al poder, está dispuesto a cualquier cosa, incluso o sobre todo a ponerse en manos de los enemigos declarados de España, que están de hecho volcados en la voladura de su Estado de Derecho.

 Ya puede volver a tener la desvergüenza de envolverse en la bandera nacional para presentarse como un hombre de Estado, que no podrá engañar a nadie: este Sánchez no es más que un émulo del peor presidente (¡y expresidente!) del Gobierno de la etapa democrática: José Luis Rodríguez Zapatero.