C’s enfría el optimismo del PP pero vuelve a citarse con Rajoy

EL MUNDO 05/08/16

· «No vamos a entrar en una negociación de contenidos para cambiar el voto al ‘sí’», asegura

Ciudadanos sometió ayer a una ducha fría al PP, que había disparado su optimismo sobre el desbloqueo de la investidura después de que el miércoles se abriera un «canal permanente» de diálogo entre Mariano Rajoy y Albert Rivera. Un día más tarde y con bastante celeridad, populares y naranjas iniciaron los contactos para cuadrar una segunda reunión entre sus líderes, que se celebrará previsiblemente a mediados de la próxima semana. Sin embargo, la formación de Rivera se apresuró a enfriar públicamente las expectativas de ese nuevo encuentro para que no se lea, en terminología de Rajoy, como otro «paso» más de la abstención hacia el «sí».

Ciudadanos dice que no es lo que parece, que el aumento del diálogo y el encadenar reuniones semanales se enmarca dentro de la «normalidad». La justificación es que el partido tiene toda la predisposición para hablar con el candidato del PP «siempre» que éste les convoque, que es «lo mínimo», pero al mismo tiempo se para los pies al PP y, de forma tajante, se le dice lo que se va a encontrar en cualquiera de esas citas. «No vamos a entrar en una negociación de contenidos para cambiar nuestro voto al sí», sentencia el dirigente Miguel Gutiérrez.

Es un hecho que pese al fuerte rechazo que sigue produciendo la figura de Rajoy –por «sus responsabilidades políticas» en la corrupción del PP–, las relaciones han entrado en un punto diferente desde la cita del miércoles y, parece que es sólo el principio. Al mismo tiempo, el partido naranja tiene que guardar sus propios equilibrios de discurso, y eso pasa por atrincherarse en la abstención y no dar bajo ningún concepto alas a un apoyo a Rajoy en la investidura. Al menos, no a esta altura de la película.

Ciudadanos afirma que todo ese «canal permanente» de diálogo con el PP está abierto sólo para abordar tres cuestiones muy concretas: el techo de gasto, los Presupuestos Generales del Estado y el pacto contra el desafío independentista en Cataluña. Nada más. Son los únicos contenidos que quiere entrar a debatir en esas reuniones entre Rajoy y Rivera, y no otros asuntos. Pero es una obviedad que nada impide al candidato a la Presidencia del Gobierno ir venciendo las reticencias del líder de Ciudadanos en esas reuniones y sacar, como ya hizo en la pasada, otros asuntos para tantear el terreno.

«Siempre estaremos en disposición de sentarnos con ellos. Otra cosa es lo que se hable o lo que nos quiera proponer en la reunión de la semana que viene. Nosotros estamos encantados de escuchar e iremos con escucha activa», señaló Gutiérrez, que entiende que Rajoy busque con ese nuevo encuentro «ganar más apoyos».

Ciudadanos no ve ninguna contradicción en reunirse con Rajoy e insiste en que no va a negociar. «No vamos a entrar en un debate sobre contenidos de un hipotético Gobierno sin saber si ese Gobierno va a salir adelante», justificó el secretario general del grupo parlamentario en el Congreso.

Todo ese paquete –reformas, proyectos de ley o la misma hoja de ruta del Gobierno– es algo que Ciudadanos deja aparcado hasta que Rajoy consiga primero ser elegido como presidente del Gobierno. A partir de entonces, estará dispuesto a hablar sobre cualquiera de esos asuntos.

Rivera se afanó el pasado miércoles en limitar los contactos con el PP al techo de gasto y los Presupuestos, como una manera de ir adelantando tiempo para, en el caso de haber investidura, poder aprobarlos con la mayor celeridad posible. Ya que la demora en la elección del presidente está apurando los tiempos exigidos por Bruselas. Así que la intención del partido naranja es avanzar exclusivamente en esos asuntos para saber «por dónde van los tiros».

Sin moverse de la abstención y sin querer negociar salir de ella, Ciudadanos traslada todo el peso al PSOE, a quien aprieta a la mínima que tiene ocasión de hacerlo. Molesto por la utilización que ayer hizo el socialista Patxi López de la palabra «chantaje» para hablar de las presiones que está recibiendo su partido, Gutiérrez le recomendó «hablarlo» primero con las «voces autorizadas» de su formación, como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfonso Guerra o Javier Solana, porque son los primeros que están pidiendo al PSOE que se abstenga.

«No considero que si los ciudadanos quieren que España arranque sea un chantaje», lamentó el dirigente de C’s. «No hablaría de chantaje sino de responsabilidad»; «se lo pide la sociedad entera». Así, llamó una vez más a que el PSOE actúe con responsabilidad.


LA «HIPÓTESIS» DEL ‘VICEPRESIDENTE RIVERA’
El dirigente de Ciudadanos Miguel Gutiérrez reconoció ayer que si Pedro Sánchez hubiera logrado convertirse en presidente del Gobierno en la pasada legislatura era «una hipótesis» que estaba encima de la mesa que Albert Rivera se hubiera convertido en su vicepresidente, aunque rechazó que esto fuera algo que estaba cerrado de antemano con el PSOE. «Tenía sentido que lo apoyáramos [el pacto con Sánchez] porque lo habíamos hecho nosotros y, si aquello se desarrollaba, pues también que de una forma o de otra formáramos parte de quien iba a ejecutar nuestro propio proyecto de gobierno», dijo Gutiérrez. «Uno no hace un proyecto para que lo desarrollen otros».