Cultura de la defensa

ABC 17/02/17
BIEITO RUBIDO

Entre las muchas inculturas que los españoles arrastramos, se encuentra la de la defensa. Tal vez sea por nuestra historia reciente, y el protagonismo que en ella cobraron las Fuerzas Armadas. Seguimos mezclando ideas trasnochadas con el concepto moderno que hoy representan los ejércitos en nuestro país. Los militares no solo son los garantes de la libertad, la democracia y la unidad de la nación; son, sobre todo, los responsables de la salvaguardia del enclave físico en el que vivimos. Se da la circunstancia de que, para bien o para mal, nos encontramos en un punto geoestratégico de altísimo valor. A pesar de ello, apenas destinamos un 1% de nuestro PIB a las Fuerzas Armadas, ejemplares, por otro lado, en tantos aspectos. Tan solo Bélgica y Luxemburgo gastan aún menos. Países de la OTAN, como Francia, Italia o Gran Bretaña –y no digamos Grecia–, reservan partidas más abultadas. España tiene muchos asuntos en los que ponerse al día sin complejos. Uno de ellos, sin duda, pasa por revalorizar el papel de la Defensa ante la ciudadanía.