De la bastardía en la política

ABC 01/11/16
RAMÓN PÉREZ-MAURA

· Maura, Rufián, Iglesias Turrión y tantos otros parece que preferirían que el PSOE siguiera en el matonismo de Pablo Iglesias Posse

AUNQUE es cierto que los trapos sucios de familia es major lavarlos en casa, cuando la basura la genera un pariente al que no tienes el gusto de conocer y lo hace desde el Congreso de los Diputados, no está de menos tomar posición pública. Mi primo Eduardo Maura Zorita es diputado por Podemos, sección Vizcaya. Como el resto de su grupo fue uno de los que el pasado sábado se alió con Rufián, con Bildu y con otros compañeros cuando insultaron al PSOE, provocando el aplauso solidario con los agraviados del PP, Ciudadanos y PNV. Y este Maura todavía tuvo el aplomo de amenazar en Twitter al portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, diciéndole que como viene del País Vasco, él sabe mucho más de ETA y que «cuidado con lo que dices».

Un tío carnal de Eduardo Maura Zorita, Fernando Maura Barandiarán, es diputado por Ciudadanos. Y ha recordado –entre otras cosas– en un artículo en «Diario16.com» cómo el conocimiento de ETA para Eduardo Maura proviene de la excelente relación de Podemos con Bildu. Y cómo ha convivido felizmente con esa relación. Porque su bautismo político, como el de tantos otros podemitas, se dio en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, que es el gran centro de degeneración de la vida política española.

Lo más indignante de todo esto para quienes estamos orgullosos de portar el apellido Maura es ver el uso bastardo que hace del mismo Eduardo Maura. Juega a buscar el contraste público con su tío, intenta conseguir que éste acepte aparecer juntos en La Sexta, y lo único que puede «vender» es apellidarse Maura y ser comunista. Mejor haría si completara su bastardía política recordando que hubo otro Pablo Iglesias que el 9 de julio de 1910 tuvo la indecencia de utilizar la tribuna del Congreso de los Diputados para defender el magnicidio de Antonio Maura: «Para impedir que el señor Maura vuelva al Poder, ya dije en otra parte que mis amigos estaban dispuestos al atentado personal» –sin dejar por ello de ser sus amigos ni condenar sus intenciones.

Eduardo Maura Zorita, Gabriel Rufián, Pablo Iglesias Turrión y tantos otros parece que preferirían que el PSOE siguiera en el matonismo de Pablo Iglesias Posse, el que generó que dos semanas después de esas premonitorias palabras del fundador del PSOE, el 22 de julio de 1910 en Barcelona, un tipo de 18 años disparara tres veces contra Antonio Maura, alcanzándole en la pierna derecha y el brazo izquierdo.

Hoy, para desesperación de Eduardo Maura Zorita y de sus compañeros de viaje, España está más cerca de lo que quería don Antonio Maura: ser un país en el que rige la ley. Que es exactamente lo contrario del uso bastardo del apellido Maura que hace este diputado de Podemos.