El efecto Hillary

ABC 13/03/17
IGNACIO CAMACHO

· «El problema de Susana es que ya ha permitido que Sánchez dibuje el marco mental de la campaña: él contra la casta»

«TENÍA que hacerlo ya, y aun así ha perdido demasiado tiempo y ha permitido que la burbuja de Sánchez crezca. Tanto que ha sido él quien la ha hecho salir antes de lo que pensaba. ¿Sabes por qué tuvo que filtrar ayer que se presenta? Porque sospechaba que Pedro la iba a emplazar a hacerlo. Por eso los suyos lo anunciaron antes del acto sanchista en Cádiz. Se estaba extendiendo la hipótesis de que se podía echar atrás y Pedro lo temía en serio: que el partido histórico se agrupase en torno a Patxi y lo dejasen a él como el candidato «de fuera», el de Podemos. Frente a los dos tiene posibilidades; contra uno solo estaba muerto. Se había corrido el rumor, o lo había corrido él, de que ayer iba a decirle a Susana que fuera valiente y diese el paso. Sea verdad o mentira, no le quedaba más remedio».

«Lo ha hecho a su manera, mandando a su gente por delante con las trompetas para aparecer el 26 en Madrid en plan aclamatorio, con todo el aparato de notables detrás: una exhibición de músculo. Sus cálculos pasan por sacar el 70 por cien en Andalucía; con eso y un resultado digno en el resto de España se ve en Ferraz. El problema es que los apoyos orgánicos tal vez escondan un malestar interno de muchos afiliados que están en el voto de la rabia, de la ira por la abstención y del no-es-no. Hay dirigentes que en público apoyan a Susana y no se atreven luego a hacerlo en las agrupaciones, cuando ven el ambiente de cabreo. En ese sentido Patxi está haciendo una cosa bien: va por las sedes abriendo una especie de terapia de desahogo y luego promete unidad y esas cosas. No te digo que funcione pero le ofrece una válvula al descontento».

«El temor de muchos susanistas es que se produzca una especie de efecto Hillary. Que aparezca como la candidata del sistema, de la casta, de los poderes fácticos, y eso acabe favoreciendo a Pedro. Desde luego la campaña sanchista va por ahí. Él lo tiene más fácil: demagogia y populismo a punta de pala. Susana va a competir en un marco mental que ha creado el otro, y la simple discusión le perjudica. Por eso se aferra al concepto de ganadora. Y por lo mismo Felipe no la respalda en público, ni Rubalcaba: saben que puede ser contraproducente. Yo le aconsejaría que alejase también a Zapatero».

«El argumento con el que puede ganar es el de la desunión. Insistir en que ella y Patxi pactarán sin problemas sea quien sea el vencedor, pero con Pedro será imposible, tanto si gana, porque habrá purga, como si pierde, aunque ha dicho que entonces se iría a su casa. Ése es su concepto de servicio al partido: secretario general o nada. Hay muchos afiliados que temen el día después y ésa es una baza esencial. Que te puedes desahogar con el voto pero luego todos seremos responsables del partido que quede. Y quiero pensar que eso todavía importa porque si no estamos mucho peor de lo que nosotros mismos creemos…».