El juego de Pedro Sánchez con la investidura y un wasap incendian el PSOE andaluz

EL CONFIDENCIAL 08/09/16

· El PSOE-A denuncia maniobras de Ferraz contra Díaz y critica una orden para «despellejar» a los barones ante las bases. La cúpula federal lo niega y alega que está centrada en resolver el bloqueo

Continúa el silencio calculado y siguen guardándose las apariencias, pero la tensión interna en el PSOE se ha disparado en las últimas 24 horas. El coqueteo de Pedro Sánchez con el intento de una nueva investidura y ciertos mensajes internos, que los críticos atribuyen a órdenes provenientes de Ferraz, atacando de forma directa a los barones del partido, han ahondado la fractura interna. Formalmente se miden bien las críticas a las nuevas maniobras del secretario general, pero basta sondear en federaciones como la andaluza o la valenciana para detectar con claridad que hay una gran desconfianza y fuertes dosis de críticas a lo que creen que esconde ese nuevo intento de diálogo con Podemos y Ciudadanos.

Susana Díaz sigue guardando silencio, pero el PSOE andaluz ya señaló cuál cree que debe de ser el camino. Lo hizo el pasado lunes el número dos, Juan Cornejo, con dos mensajes claros. El primero, que cualquier nuevo intento de una investidura de Pedro Sánchez es “inviable” y “no hay que engañar ni distraer a los ciudadanos”. El segundo, una puerta medio abierta a la abstención, con la petición expresa de que Mariano Rajoy dé un paso atrás para poder dar pasos hacia un desbloqueo de la actual situación política. “Si fuera sensato y pensara en el partido, ese es el mensaje que debiera haber dado Pedro el día después de la investidura fallida, pero una vez más va por libre”, lamenta con acritud una voz muy cualificada del PSOE-A. Consideran que ya se jugó con las expectativas de los ciudadanos antes de ir a segundas elecciones con consecuencias directas en las urnas. Critican con dureza que de nuevo “se arrastre” al partido a lo que creen que es “un callejón sin salida”.

Los socialistas andaluces deploran que se creen falsas expectativas y de nuevo «se arrastre» al partido a lo que creen que es «un callejón sin salida»

La intervención pública de Sánchez tras su ejecutiva del pasado lunes, minutos después de que desde Andalucía le hubieran dejado este claro mensaje, relajó el ambiente interno. Él mismo, insisten en recordar desde las filas del PSOE andaluz, descartó en rueda de prensa en Ferraz que vaya a intentar formar Gobierno y negó que se postulara para liderar una nueva investidura. Sin embargo, la desconfianza que cotiza muy al alza en el PSOE ha seguido creciendo. La información de la cadena SER, asegurando que el líder socialista sí iba a tratar de lograr un pacto de investidura con Podemos y C’s para poder gobernar en minoría, con sus 85 escaños, sacudió y ahondó la brecha en el partido.

No a ir a una investidura
«El lunes dijo claramente que no se estaba postulando para liderar una alternativa y no tengo otra referencia suya ni comunicado de la dirección federal», apuntó el portavoz parlamentario del PSOE andaluz, Mario Jiménez, en el núcleo duro de la presidenta andaluza. El mensaje fue clarísimo: “Con 85 diputados no se puede ir a una investidura”. Fuentes de la dirección andaluza insistieron en dar por fracasado cualquier intento de un Gobierno socialista. “Aritméticamente no es posible”, zanjan. En Andalucía, el PSOE de Díaz, primera fuerza en el Parlamento y con 14 diputados por delante del PP, gobierna gracias a un pacto de investidura con C’s, y aun así son muchas las dificultades, admiten los socialistas en privado. “Si extrapolamos la situación andaluza al Congreso, tendríamos 150 actas y ni así es fácil gobernar”, repiten desde la cúpula del PSOE-A.

 

Lo cierto es que los dirigentes del partido en Andalucía no dan crédito a las posibilidades de Sánchez de ser presidente de un Gobierno en solitario con el apoyo de Podemos y Ciudadanos. Insisten en recordar el papel de los nacionalistas y las exigencias contundentes sobre un referéndum de autodeterminación expresadas en el último debate en el Congreso. “Eso no va a ningún lado”, sostienen gráficamente. Están convencidos de que el “veto cruzado” de Pablo Iglesias y Albert Rivera deshará cualquier negociación. Es más, se muestran convencidos de que el líder del PSOE quiere ir a terceras elecciones. “Está en el control de los tiempos y en su propia supervivencia orgánica”, relatan en el puente de mando de la federación más poderosa del partido. Una reflexión que está totalmente extendida en las cúpulas regionales críticas. 

Susana Díaz pasó la tarde del lunes en Madrid con una misteriosa agenda privada que no ha sido desvelada

¿Y si no? Si Sánchez confirma un nuevo intento de formar Gobierno, ¿saldrán los críticos de la parálisis? ¿Harán algo? ¿Se moverán? “Cuando lleguemos a ese momento, hablaremos, desde luego. Hasta entonces, no”, sostienen en el equipo de colaboradores más estrechos de Díaz. Nadie da pistas sobre si la baronesa andaluza está moviéndose internamente, pese a su silencio, si ofrecerá públicamente una alternativa para desbloquear la situación política y si hablará de abstención con la cabeza de Rajoy como precio para que el PSOE asuma ese paso. Tampoco aclaran con quién se ha visto en sus últimos viajes a Madrid. Allí pasó por ejemplo la tarde del pasado lunes, según avanzó ‘Abc’, sin que desde su equipo aclaren para qué. “Agenda privada”, insisten.

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En otras federaciones, el clima de desconfianza hacia Sánchez sigue creciendo. Dirigentes regionales se quejan de las «mentiras» del secretario general, de cómo no tiene contacto con los presidentes autonómicos, y de que persiste en su «huida hacia delante» para «ganar tiempo» dentro del partido y poder sobrevivir. «La situación ya es insostenible. Estamos hartos porque su posición además nos perjudica a todos, a los que estamos gobernando. Nos ataca y nos enfrenta permanentemente a las bases, y eso es muy grave. El cáncer solo se extirpa cuando se cura, así que quizás hay que pensar en cómo hacerlo», indica soliviantado un alto mando autonómico que apunta como una posibilidad no descartable que, tras las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre, si se materializa un descalabro, se fuerce la caída del líder y se imponga una gestora a través de la dimisión coordinada de la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva, eventual escenario que avanzó el domingo este periódico. En todo caso, ningún hipotético ‘asalto’ al cuartel general se producirá, en principio, antes del 25-S. 

Mensajes internos
Mientras tanto, la prueba más gráfica de que la tensión está a punto de desbordar al partido corrió por las redes y los grupos internos del PSOE. Un mensaje de Leire Díez, destacada militante del PSOE de Cantabria, dentro de un grupo de WhatsApp con el título #YoConPedroSánchez, fue difundido y aireado por diferentes militantes y dirigentes socialistas en Andalucía como prueba de lo que consideran “un ataque más” a Díaz.

Esta militante socialista, la directora de Comunicación del PSOE cántabro, encargada de redes sociales y mano derecha de la vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, cercana al secretario general, da las consignas para montar “una estrategia de apoyo a Pedro en estos momentos tan importantes”. “Despellejar a Vara, a Susana y demás ‘lenguaraces’ en este momento no ayuda a Pedro, sino todo lo contrario”, agrega. La orden, que trata de aplacar en las redes las feroces críticas que los barones reciben de un sector de la militancia socialista, fue interpretada por personas próximas a Díaz como una prueba de que hay una campaña “orquestada desde Ferraz” para desgastar a ciertos referentes del partido críticos con Sánchez.

De hecho, desde el entorno de la baronesa andaluza la presentan como una víctima de esas maniobras del equipo del secretario general. “¿Esto es lealtad?”, se preguntan. De telón de fondo está el próximo congreso federal del PSOE, donde la militancia tendrá la llave, y la pugna de meses librada de forma soterrada entre Sánchez y Díaz por el control del partido. Desde Extremadura, en el círculo del presidente, Guillermo Fernández Vara, deploraban que los sanchistas hayan «perdido el norte». «Se han empeñado en defender a Pedro pensando que el enemigo está dentro y no entienden nada. No reconozco a este PSOE«, reflexionaba una dirigente de su confianza. En Valencia o Castilla-La Mancha el estupor también era perceptible.

Leire Díez, mientras, se defendió en su cuenta de Twitter, advirtiendo de que quienes «denigran en grupos privados a quienes no piensan como ellos», al final «usan una conversación privada de WhatsApp en la que se pide paz interna«.

Desde Ferraz se desvincularon totalmente de ese wasap. «Leire ni trabaja en la sede, ni la ha llamado nadie de aquí para decirle nada… Nosotros estamos en buscar una solución para este país, no en Twitter. No tenemos nada que ver con ella. Tampoco dijimos nada cuando se publicó un informe sobre el ejército de Susana en las redes sociales para atacar a Pedro. Estamos a otras cosas», respondían en el equipo de Sánchez.

Recado a los barones
Los colaboradores de Sánchez, mientras, se afanan en dejar claro que el secretario general solo está hablando con todas las fuerzas salvo Bildu, escuchando qué proponen para dar una salida al atasco, «que es lo que debería hacer Rajoy». «Está siendo consecuente con su partido, con su palabra y con España. Él ya ha dicho que no será presidente a cualquier precio. Solo dialoga, ni más ni menos», rubrican en su equipo, que a su vez se remite a las declaraciones del portavoz parlamentario, Antonio Hernando, del pasado martes: Sánchez «no está haciendo nada distinto» a lo que hicieron los barones autonómicos socialistas que negociaron con Podemos para lograr su investidura, «y varios no ganaron y tuvieron poca representación parlamentaria». «No es cierto que esté apostando por una formulación concreta, aunque es verdad que la del Gobierno en minoría es una de las opciones. Pero hay que ir paso a paso, no avanzando acontecimientos, porque lo primero que tendría que producirse es que Podemos y C’s levantasen sus vetos mutuos. Pedro ya ha dicho que no irá a una investidura fallida y que no quiere crear falsas expectativas. Él no miente, y el PSOE-A sí engaña bastante más», completaban desde su entorno. 

 

Dirigentes muy cercanos a Sánchez, no obstante, sí reconocen que llevaba madurando la idea de intentar construir una alternativa desde mediados de agosto, cuando se sintió muy molesto por la «presión vergonzosa» del PP y vio que «la abstención a palo seco no la quería nadie», porque sí que es cierto que el clima generalizado era dejar a Rajoy morder el polvo del Congreso, haciéndole perder la investidura dos veces. Entonces, Sánchez ya comenzó a rumiar tres posibles escenarios, según estas mismas fuentes. Uno, «poco probable», «dificilísimo», que es un Gobierno en minoría apoyado por las dos formaciones emergentes, con posibilidad de incorporar a independientes próximos a ambos partidos, una formulación semejante a la respuesta que dio el PSOE al ‘Acuerdo del Prado’ planteado por Compromís en el último suspiro de la pasada legislatura. Dos, que se constate que la alternativa es inviable y se vaya a elecciones, pero con la carga de la culpa repartida con Podemos y C’s. Tres, que visto el fracaso de cualquier Ejecutivo de cambio, se abra paso de nuevo la vía de la abstención, que Sánchez sí rechaza con rotundidad. 

En Ferraz se insiste en que Sánchez no trabaja con una sola apuesta, porque quiere oír a los partidos, aunque se admite que una idea es el Gobierno en minoría

Hernando, como hiciera Sánchez el pasado lunes, rebajó este miércoles las expectativas e insistió en que el secretario general «en absoluto» está pensando en esa formulación: «El PSOE está en buscar una solución a través del diálogo con todas las fuerzas. Sánchez, ni se ha propuesto para nada, ni ha dicho que sea candidato a nada, ni está pensando en un Gobierno de nada». El portavoz hablaba para los medios, pero también para la revuelta parroquia interna