El Rey: «Que nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas»

ABC – 26/12/16

· Don Felipe afirma que «vulnerar las normas solo lleva a enfrentamientos estériles» y llama a «corregir las desigualdades derivadas de la crisis»

· Llamó a aprovechar la recuperación para lograr una mayor cohesión social.
· El Monarca instó a preparar a España para la nueva era tras la revolución tecnológica.

En poco más de doce minutos, el Rey dibujó la pasada Nochebuena la España solidaria e integradora a la que aspira e hizo un llamamiento a cuidar la convivencia, a desterrar la intolerancia y a respetar las leyes de la democracia y la libertad. Como cada Nochebuena desde hace 42 años –Don Felipe, desde hace tres–, el Rey se asomó a los hogares por la pantalla de televisión –ahora también de los móviles y las tabletas– para dirigir su discurso más importante del año.

En 1.682 palabras, Don Felipe dio la receta para construir «la mejor España», ahora que empieza la recuperación tras la crisis económica y parece que la política empieza a serenarse, y lanzó claras advertencias a quienes amenazan el progreso y la convivencia. Ayer, varios sectores políticos se dieron por aludidos, y no tardaron en responder al Mensaje de Navidad.

A los impulsores de la independencia de Cataluña, el Rey les dijo: «Vulnerar las normas que garantizan nuestra democracia y libertad solo lleva, primero a tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada y, luego, al empobrecimiento moral y material de la sociedad». Y agregó que tanto el progreso como la modernización y el bienestar «requieren siempre de una convivencia democrática basada en el respeto a la Ley», de una voluntad decidida y leal «de contruir y no de destruir, de engrandecer y no empequeñecer, de fortalecer y no de debilitar».

Don Felipe también dirigió un mensaje a quienes defienden proyectos excluyentes y llamó a no repetir los errores del pasado, cuando media España estaba enfrentada contra la otra media. No son tiempos, dijo, «para fracturas, para divisiones internas, sino para poner el acento en aquello que nos une». Y animó a profundizar en una «España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas». Esta frase, en concreto, fue muy mal acogida por la Asociación para la Memoria Histórica, que anunció que iba a presentar una queja al Defensor del Pueblo, tras hacer una peculiar interpretación de las palabras de Don Felipe y concluir que «podrían atacar a los derechos de las familias de los 114.226 desaparecidos de la dictadura franquista».

Respeto a los demás

Pero el mensaje del Rey iba en un tono completamente distinto, dirigido precisamente a todo lo contrario, a mejorar la convivencia en una España muy diversa. Para ello, reclamó «respeto y consideración a los demás, a los mayores, entre hombres y mujeres, en los colegios, en el ámbito laboral; respeto al entorno natural que compartimos y nos sustenta. Respeto y consideración también a las ideas distintas a las nuestras. La intolerancia y la exclusión, la negación del otro o el desprecio al valor de la opinión ajena no pueden caber en la España de hoy».

Consensos tras el bloqueo

También se refirió Don Felipe al año del bloqueo político más largo de la democracia. De hecho, esta circunstancia fue determinante a la hora de elegir el escenario del Mensaje de Navidad, que fue su despacho habitual del Palacio de La Zarzuela, convertido en el mejor símbolo de los acontecimientos políticos de 2016, tras albergar las cinco rondas de consultas que fueron necesarias para dotar a España de gobierno.

«Hemos superado una compleja situación política», afirmó, y ahora «es esencial, de cara al futuro, que el diálogo y el entendimiento entre los grupos políticos permita preservar e impulsar los consensos básicos para el mejor funcionamiento de la sociedad».

Mano amiga

Elogió a los españoles solidarios, que «sois capaces de reaccionar ante cualquier emergencia, probando siempre que, allá donde haga falta, allá donde se necesite una palabra de aliento o una mano amiga, hay un español que demuestra con obras la grandeza y el alma más profunda de nuestra tierra».

Don Felipe se mostró esperanzado con la recuperación económica para que se cree «mucho más empleo y de calidad», e instó a «corregir las desigualdades derivadas de una crisis tan profunda como la que hemos vivido» y a fortalecer «nuestra cohesión social, que es una garantía para aseguirar la estabilidad y el equilibrio de nuestra sociedad».

Insistió en la importancia de que las familias puedan «recuperar su nivel de vida y que nuestros jóvenes puedan tener oportunidades de futuro, de ilusión y de confianza». Pero, sobre todo, llamó a integrar en la recuperación a quienes más han sufrido con la crisis. «Que las personas más desfavorecidas o más vulnerables tengan la certeza de que no se quedarán en la soledad del camino que España tiene que recorrer en el siglo XXI».

Una educación completa

Fue en este contexto en el que Don Felipe destacó la importancia de la educación, lo que motivó que algunos sectores calificaran de social el Mensaje de Navidad del Rey. «La educación es, y será sin duda, la clave esencial», afirmó, y abogó por una una formación «que asegure y actualice permanentemente nuestros conocimientos; pero que también forme en lenguas y en cultura; en civismo y en valores; que prepare a nuestros jóvenes para ser ciudadanos de este nuevo mundo más libres y más capaces y que sepan aprovechar la experiencia de nuestros mayores».

El Rey, que felicitó la Navidad en las cuatro lenguas cooficiales, terminó su discurso con un mensaje de optimismo sobre la España que él defiende: «Creo sinceramente en una España consciente, solidaria, firme en sus valores, alejada del pesimismo, de la desilusión o el desencanto; creo en una España decidida a superar las dificultades que, aunque grandes, son también vencibles». Y agregó una nueva advertencia: «Ya no vivimos tiempos para encerrarnos en nosotros mismos, sino para abrirnos al mundo». Unos tiempos en los que, según Don Felipe, «tenemos motivos y razones más que poderosas para la unión, para trabajar todos juntos, desde cualquier lugar de nuestro gran país, con ilusión, con ideales y con proyectos para la mejor España».

ABC – 26/12/16