El secesionismo convierte el juicio del 9-N en un «acelerador»

ABC 06/02/17

· Mas niega que haya coacción al tribunal y dice que «volveríamos a hacer» la consulta

Otro «happening» político. El independentismo pretente convertir hoy el juicio por la consulta del 9-N en un nuevo espectáculo de masas para relanzar el proceso. La vista que empieza hoy para determinar si el expresidente Artur Mas y sus consejeras Irene Rigau y Joana Ortega organizaron el pseudo referéndum de 2014, y la manifestación de apoyo convocada ante las puertas del Palacio de Justicia, serán, en palabras del propio exmandatario, un «acelerante para ensanchar la base» del soberanismo.

En este sentido, el resultado del juicio, y la siguiente movilización en la agenda –en apoyo en este caso de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, también encausada–, son vistas por el secesionismo como una oportunidad de precipitar el «choque de trenes» con el Estado, especulándose incluso con la posibilidad de que la convocatoria del referéndum se haga con probabilidad entre mayo y junio, al mismo tiempo que se aprueba la llamada ley de Transitoriedad Jurídica.

«Nos querían arrodillados»
Sea como fuere, el juicio de hoy es el primer acto de unos meses que, esta vez sí, sin exageraciones periodísticas, van a ser decisivos para el devenir del proceso soberanista. Ayer mismo, y con objeto de caldear los ánimos, Mas, Ortega y Rigau convocaron una rueda de prensa en la que el expresidente se reafirmó en su parte de responsabilidad en la organización de la consulta del 9-N. Pese al tono de desafío –«lo volveríamos a hacer», explicó Mas–, no abandonó la que es su principal línea de defensa, evitando presentarse como único coautor de lo sucedido en 2014, recordando que fueron voluntarios, unos 42.000, los que permitieron la celebración de la consulta. Sí , en cambio, Mas se volvió a presentar como «máximo responsable político». «Nos querían arrodillados, y nos encontrarán de pie», añadió Mas, que negó por otra parte que la manifestación de hoy convocada en su apoyo sea una coacción al tribunal, como sí han denunciado asociaciones de jueces.

En parte dependiendo del resultado del juicio que hoy empieza, el futuro político de Mas será uno u otro. En caso de inhabilitación, Mas vino a señalar que la «legislación española», es decir, la sentencia, quedaría sin efectos en caso de que Cataluña se constituya en estado.

Mas, al respecto, añadió que «no somos mártires ni héroes, no buscamos la inhabilitación» al ser preguntado si el juicio podría ser un trampolín para una hipotética candidatura suya a unas próximas elecciones. Y es que este es precisamente uno de los asuntos clave en la política de los próximos meses. Al respecto, Mas no descartó presentarse como candidato, aunque diferenció en que «no es lo mismo acudir a unas elecciones autonómicas convencionales que a unas futuras elecciones constituyentes», dando a entender que él solo acudiría como candidato en el segundo supuesto.

Quien también aludió ayer al juciopor el 9-N fueron Inés Arrimadas (Cs)y Xavier García ALbiol (PPC). La líder de la oposición en Cataluña consideró que hoy asistiremos a «los últimos fuegos artificiales de un fin de ciclo» en el que ya «se les acaba el chicle de tanto estirarlo».

«Escandaloso»
Por su parte, el líder de los populares catalanes afirmó ayer que espera que la Generalitat garantice hoy que los Mossos d’Esquadra aseguren que Artur Mas pueda entrar en el TSJC. En declaraciones a la prensa, Albiol subrayó que sería «escandaloso» que, después de haber movilizado a una parte de la población, la concentración de las entidades soberanistas –a la que ya se han apuntado más de 40.000 personas impiedise que Mas, Ortega y Rigau declarasen. Albiol consideró intolerable la coacción a la Justicia que supone la manifestación convocada.