ETA entrega a Francia la ubicación de ocho depósitos con 120 armas y tres toneladas de explosivos

EL PAIS – 09/04/17

· Los verificadores internacionales confirman la entrega de la localización de los arsenales.

ETA ha puesto en manos de la policía francesa 118 pistolas, rifles y armas automáticas, 2.875 kilos de explosivos y 25.700 elementos de detonación y munición que estaban ocultos en ocho depósitos, cuya localización fue facilitada este sábado por miembros de la Comisión Internacional de Verificación a las autoridades francesas. La banda terrorista, que anunció el «cese definitivo» de la violencia en octubre de 2011, está «totalmente desarmada», según los mediadores civiles que recibieron de los terroristas la localización de los depósitos. La mayoría se hallan en pequeños municipios del País Vasco francés.

Entre el amago de desarme que ETA hizo en febrero de 2014 y el ejecutado ayer distan más de un centenar de armas y miles de kilos de explosivos. Entonces fueron apenas cuatro armas de fuego inutilizadas y cerca de dos decenas de kilos de material para fabricar explosivos, a través de un vídeo. El desarme de ayer obligó a desplegar a la policía francesa en ocho puntos, principalmente de la región gala de Aquitania.

El listado con las coordenadas de los ocho escondites fue entregado poco después de las ocho de la mañana en el Ayuntamiento de Bayona (Francia) por uno de los «mediadores», Jean Nöel Etcheverry, Txetx, a los representantes de la Comisión de Verificadores y en presencia del alcalde de la citada localidad, Jean René Etchegaray. El coordinador de los verificadores, Ram Manikkalingam —con el arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, y el pastor protestante norirlandés Harold Good, quien participó en el desarme del IRA, como testigos—, fue el encargado de comunicar oficialmente que el desarme de ETA había culminado.

A la información para la localización entregada por ETA se añadió la colaboración de 172 «observadores» que habían sido acreditados por los mediadores. En grupos de 20 personas, su misión consistió en custodiar cada uno de los depósitos y facilitar a los agentes franceses la entrega. Entre esos observadores se encontraban Sylviane Alaux, del Partido Socialista francés; el sindicalista de LAB Geronimo Prieto; el eurodiputado del partido verde europeo José Bové; el exalcalde de San Juan de Luz Paul Badiola; y el exalcalde de Hendaia Battit Sallaberry.
 
«Totalmente desarmada»

En apenas unas horas se procedió a ubicar y vaciar los emplazamientos dispersos por pequeñas localidades del País Vasco francés: entre Etxarri y Espiute; Villenave de Navarrenx; entre Andaux y Castetbon; entre Lahontan y Carresse-Cassaber; Araujuzon; Senpere; y entre Barkoxe y Aramits. En este último se halló la mayor cantidad de explosivos: 769 kilos. En el de Senpere, el mayor número de armas: 53. El primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, aseguró que colaborarán con la justicia española «para verificar si los materiales recopilados ayudan a resolver las investigaciones aún en curso y permiten confirmar si el desarme es total».

Pese a que algunas fuentes habían asegurado que iban a ser un total de 12 zulos, finalmente ETA facilitó las coordenadas de ocho, lo que provocó algunas reservas, según fuentes de la lucha antiterrorista. Los mediadores civiles franceses dieron como cierto que con esta entrega «ETA está totalmente desarmada». Tanto el verificador Manikkalingam como los llamados «artesanos de la paz» coincidieron en que el desarme «definitivo, unilateral y verificado» de la banda constituye «un paso histórico» que, según ambos grupos, debe servir para «consolidar la paz y la convivencia en la sociedad vasca». El otro gran hito en la historia de ETA se produjo en octubre de 2011, cuando la banda declaró el cese definitivo del terrorismo. Para entonces había matado a más de 800 personas (el Ministerio del Interior cifra el número de víctimas en 829 y la asociación Covite lo eleva a 858).

Por la tarde, Bayona se convirtió en una fiesta abertzale, a la que se trasladaron cientos de personas para celebrar lo que denominaron «el día del desarme». Entre el público se encontraban varios expresos de la banda terrorista; entre ellos, Josu Zabarte, el Carnicero de Mondragón, condenado por participar en 20 atentados y 17 asesinatos.

La jornada se convirtió en un acto de reivindicación en el que los asistentes corearon repetidamente gritos a favor de la excarcelación de etarras y por la independencia. En la concentración, que siguió los patrones de los grandes eventos organizados por la izquierda abertzale, representantes de diversas organizaciones reclamaron el fin de la dispersión de presos y la liberación de los reclusos con enfermedades graves. Leyeron un manifiesto que señala que «todos ganan» si la política penitenciaria «termina con el alejamiento» de presos y permite salir de las cárceles a los enfermos.

Con otras palabras, el líder de Sortu, Arnaldo Otegi, abogó por lo mismo: abordar ahora «la situación de los presos, las víctimas y la desmilitarización de Euskadi». El resto de los partidos moderaron su presencia. El PNV envió al presidente de su ejecutiva en el País Vasco francés, Paco Arizmendi; en nombre de Podemos asistieron Pili Zabala y Andeka Larrea.

EL PAIS – 09/04/17