Gobernar en precario

EL MUNDO 11/10/16
LUIS MARÍA ANSON

MIENTRAS apuraba su taza de té verde, me aseguraba una escritora de mérito tantas veces cuestionado, que Rajoy sería incapaz de gobernar desde la precariedad.

– Entre otras cosas, porque Ciudadanos será para el Partido Popular tan exigente como el PSOE. Resultará más difícil aprobar una ley en el actual Congreso de los Diputados que conseguir ver a Mariano en un teatro.

– No te falta razón, mi querida amiga. En lo del teatro, claro. Porque la habilidad política consiste en alcanzar alianzas diversas según el contenido de cada ley.

– Te equivocas. Tras una legislatura en la que Rajoy ha actuado desde la prepotencia de la mayoría absoluta, el presidente solo sabrá rechazar en el Senado las leyes que el Congreso apruebe contra el PP. Se unirán todos, incluso en algunas ocasiones Ciudadanos, para hacer la legislatura imposible para Rajoy. Y el Senado puede retrasar pero no impedir que se apruebe una ley decidida en el Congreso.

– Eso es cierto pero la política da muchas vueltas. El PP puede sumar con Ciudadanos y con el PNV 175 escaños a falta solo de un tamayazo menor para conseguir, al menos de vez en cuando, mayoría en el Congreso. Mariano Rajoy es un hombre muy inteligente y aprenderá enseguida a negociar y a pactar. Desde hace tiempo está actuando al margen de las enseñanzas del gurú Arriola, la eminencia gris de Moncloa, célebre por sus permanentes errores.

– Los del PP están en el voluntarismo político, mi querido amigo. Y nadie camina de verdad.

– Caminar, camina España sin Gobierno y con resultados alentadores hasta el punto de que el pueblo descarga ya su ironía sobre las ventajas de mantenerse «en funciones».

– No quiero parecer pedante pero Malraux, que era un intelectual serio, decía que la prosperidad de un país dependía de que hubiese un vencedor que pudiera gobernar. Por eso apoyó la ley electoral a doble vuelta.

Mi interlocutora saborea con cierto asco el té verde de su taza de porcelana. Y añade:

– No te hagas la menor ilusión. No se puede gobernar desde 137 escaños y sin la posibilidad de establecer alianzas firmes. Voy a escribir un artículo vaticinando que no pasará un año sin que se planteen nuevas elecciones para salir de la situación de ingobernabilidad.

– Me sorprende tu seguridad. ¿No es mejor disponer de un Gobierno en precario que de un Gobierno en funciones? El arte de la política consiste en la capacidad para manejar la mano izquierda. El abuelo de uno de nuestros dirigentes más destacados escribió que «la política es una larga paciencia, un largo, largo saber esperar».

– Pues ya veremos, querido Anson. El que espera, desespera y Rajoy terminará por arrojar la toalla en el centro del cuadrilátero para que en unas nuevas elecciones, sobre todo si se reforma la ley electoral a doble vuelta, el vencedor, sea del partido que sea, pueda gobernar sin otras limitaciones que las propias de una democracia madura y rectamente entendida.

Luis María Anson, de la Real Academia Española.