La crispación política dispara los sabotajes a los partidos en Cataluña

ABC – 26/11/16

· Pintadas contra ERC y PDECat en L’Hospitalet tras el acoso sufrido por C’s.

· Desde el inicio del proceso soberanista, uno de los debates más encendidos entre el independentismo y sus contrarios gira en torno al grado de crispación que el mismo ha generado.

Mientras que partidos como el PP y Ciudadanos denuncian el acoso sobre sus sedes y ediles, de manera particular en poblaciones pequeñas, las formaciones y entidades soberanistas minimizan estos hechos, considerándolos meras anécdotas. La cortesía parlamentaria con la que en general se conducen todos los partidos contrasta con lo que de forma más o menos corriente, más o menos esporádica, sucede a pie de calle, una crispación que, esto sí es una realidad, antes no se daba.

Un ejemplo de esta escalada de tensión se ha vivido estos días en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde los ataques sistemáticos que han sufrido en las últimas semanas la sede de Ciudadanos y sus militantes, fueron replicados ayer con sendas pintadas en las sedes de ERC y del PDECat. En el primero de los casos se hizo una pintada con el lema «Que vuelvan los GAL». En el segundo, se apuntaba, en catalán: «No habrá paz para los traidores. Esto es España».

Los sucesos de ayer se producen después de una intensa campaña de acoso contra la agrupación de Ciudadanos en esta ciudad, la segunda en población de Cataluña. El último ataque se produjo el pasado jueves, cuando la puerta de entrada del local apareció llena de excrementos y con una pintada: «Neofascistas». Miguel García, portavoz de C’s en L’Hospitalet –ciudad donde con cuatro ediles lideran la oposición–, explica a ABC que la situación es «muy desagradable», un nivel de crispación política que el edil también detecta en el resto de España pero que en Cataluña «se le añade el proceso independentista».

Los escraches, el origen

«El discurso de los escraches ha acabadado conduciendo a esto», lamenta García, que hace un llamamiento a la «cordura de todos los partidos para bajar el tono y apostar por la convivencia». García sabe de lo que habla: hace apenas dos semanas, mientras repartía propaganda junto a otros militantes en un conocido parque de la ciudad, vio como se le acercaba un joven, ya identificado por los Mossos d’Esquadra, que escupió sobre los folletos y acabó arremetiendo a golpes contra él mientras profería amenazas: «Os mataremos». Le agredió en un costado y en la cara, lo que provocó que al portavoz se le cayeran las gafas y se le rompieran en el suelo.

Tras estos sucesos y el ataque a la sede del jueves, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, reclamó una entrevista con el consejero de Interior de la Generalitat, a lo que este ya ha accedido. Arrimadas, que en Cataluña ha sido objeto de duras críticas por señalar en una entrevista reciente que «llevo escolta porque ya sabemos lo que pasa en Cataluña», pidió que se aclare ya el origen de los ataques: «Queremos, evidentemente, que se dé luz sobre este hecho porque no escapa a nadie a quién afecta: afecta a un partido político, a una idea y lo que pretende es intimidar aC’s y a los que estamos en este proyecto», apuntó la líder de la oposición catalana. En el último año C’s ha sufrido media docena de ataques en L’Hospitalet, uno en Lérida, otro en Vilaseca (Tarragona) y dos en Barcelona.

Tras lo sucedido ayer, y en declaraciones a Ep, el coordinador del grupo municipal de ERC en L’Hospitalet, Domingo Mir, hizo un llamamiento «a que se corte inmediatamente con esta situación» porque en esta ciudad «no hay un problema de convivencia, aunque parece que haya alguien interesado en hacerlo creer». Desde ERC se comunicó a ABC que no tienen contabilizado el número de ataques a sus sedes, algo que consideran anecdótico. Por su parte, el portavoz del grupo municipal del PDECat en L’Hospitalet, Jordi Monrós, manifestó que la suya es «una ciudad acogedora y defender democracia/referéndum no es de traidores. ¡Seguimos!».

PP: 40 ataques en St. Cugat

Lo sucedido en L’Hospitalet no es un hecho aislado. Otro político habituado a sufrir los ataques de los intolerantes es Álvaro Benejam, concejal del PP en Sant Cugat del Vallès, que tiene contabilizados hasta 40 ataques a la sede del partido desde 2011. «Sí, estoy aburrido de acudir a la comisaría a denunciar», apunta en declaraciones a ABC. Si por lo general estos ataques reciben la solidaridad del resto de partidos, la intolerancia asoma también. En el último pleno el PP de Sant Cugat vio como la CUP, ERC e ICV se negaban a sumarse a una declaración de condena, denuncia Benejam.

El mismo concejal, acompañado del diputado popular en el Parlament Alberto Villagrasa, denunció hace dos semanas pintadas con amenazas de muerte contra el Rey y Mariano Rajoy con la firma de Arran, las juventudes de la CUP. «Esto no es libertad de expresión, es incitar a la violencia y al odio», denunció Villagrasa.

ABC – 26/11/16