La deriva polaca

RAMÓN PÉREZ-MAURA – ABC – 23/07/17

Ramón Pérez Maura
Ramón Pérez Maura

· España ha perdido un aliado relevante en las negociaciones cotidianas de Bruselas.

· Como en España Es el mismo sistema para elegir a nuestros miembros del Consejo General del Poder Judicial.

Para España es especialmente preocupante la deriva del Gobierno polaco de Beata Szydlo, que es en realidad el Gobierno de Jaroslaw Kaczynski, el verdadero poder en la sombra. Él, que fue primer ministro al tiempo que su hermano gemelo fue presidente, es la única cabeza de su partido desde que el presidente polaco falleciera en un accidente de avión sobre el que se han intentado verter las mismas sombras que sobre el YAK-42 español. Y con la misma justificación: ninguna. Cuando el actual presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, era primer ministro de Polonia la colaboración entre su país y España fue estrechísima y muy fructífera. Tusk y Rajoy supieron ver que dos países de similar población (38,6 millones Polonia, 46,4 España) tenían unos intereses comunes dentro de la Unión Europea que podían defender con más eficacia si lo hacían conjuntamente.

Llegó después la victoria del partido Ley y Justicia con una amplísima mayoría absoluta que barrió a los liberales de Tusk. Donald Tusk ha tenido el raro privilegio de ver cómo su reelección al frente del Consejo Europeo el pasado 9 de marzo contó con un único voto en contra. Que no fue el de los euroescépticos británicos. Fue el de Polonia. Y ésta es muy buena muestra del tipo de nacionalismo que caracteriza al Gobierno de Szydlo.

A partir de ahí hay que analizar sus actuaciones con un poco de ecuanimidad. Toda injerencia del poder ejecutivo en el judicial es preocupante. Que el Gobierno pueda nombrar y destituir sin tener que justificar su decisión al presidente del Tribunal Supremo suena preocupante. Pero tampoco vengamos ahora a descalificar el que los jueces que integran el Consejo Nacional del Poder Judicial polaco dejen de ser elegidos por sus compañeros y pasen a ser elegidos por el Parlamento en el que el partido gobernante tiene mayoría absoluta. Porque como bien sabemos los españoles, éste es exactamente el sistema de elegir los miembros de nuestro Consejo General del Poder Judicial desde que el entonces vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, nos anunciara a todos que Montesquieu estaba muerto y que eso no podía ser competencia de los propios jueces, sino de los representantes del pueblo.

El comisario europeo de Justicia (Mejora de la Legislación, Relaciones Institucionales, Estado de Derecho y Carta de los Derechos Fundamentales) Frans Timmermans, ha amenazado a Polonia con aplicarle el Artículo 7 del Tratado Europeo, que puede hacer perder el derecho de voto en las instituciones a Polonia. Pero aunque la Comisión adoptara ese acuerdo, no será fácil que eso mismo se logre en el Consejo Europeo que es donde debe ratificarse y donde es más difícil que el propio Tusk busque el choque frontal con su país.

En todo caso, la deriva más conservadora del Gobierno polaco, avalada ampliamente en las urnas, difícilmente puede ser contestada desde las instituciones europeas si no se violan principios claramente definidos. Y eso todavía está por verse. Entre tanto es España quien ha perdido un aliado relevante en las infinitas negociaciones que representan el día a día de Bruselas.

RAMÓN PÉREZ-MAURA – ABC – 23/07/17