La falta de coordinación policial hizo peligrar una redada mayor de yihadistas

EL MUNDO 23/06/17

· La detención de tres yihadistas el pasado miércoles por la Policía puso en peligro una operación de mayor calado. Así fue porque se produjo una «falta de funcionamiento de los protocolos policiales», según fuentes de la Audiencia Nacional.

Las fuentes consultadas han definido el problema como una «falta de funcionamiento de los protocolos que regulan el trabajo entre Policía y Guardia Civil» o, sencillamente, como una «descoordinación policial». Sin embargo, desde el organismo encargado de hacer cumplir esos protocolos, el Centro de Inteligencia Antiterrorista (Citco), se niega lo fundamental –no existía una operación mayor–, se recuerda que las intervenciones se hicieron bajo las órdenes de un juez y con el conocimiento de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y se sostiene que, en cualquier caso, los presuntos yihadistas están en prisión.

El hecho es que dos juzgados de la Audiencia Nacional –el 2 y el 5–, dos fiscales y dos cuerpos policiales han estado investigando a Rachid y a sus compañeros durante las últimas semanas –al menos–, sin que las autoridades judiciales se percataran de que se estaba duplicando el trabajo y de que podían producirse interferencias relevantes. Según fuentes de la Audiencia Nacional, la Guardia Civil llevaba 10 meses investigando a los detenidos por su presunta pertenencia al Estado Islámico y la Policía, sólo dos semanas.

Según fuentes del Citco, los policías dependientes de la Comisaría General de Información registraron los datos de sus pesquisas en el sistema informático del Centro de Inteligencia –como es obligación de todos los investigadores– y aproximadamente el día 14 los ordenadores revelaron que había una coincidencia: dos de los investigados por la Policía ya estaban siendo seguidos por la Guardia Civil, cuyos agentes hacía meses que habían dejado constancia de sus direcciones, teléfonos y otros datos relevantes.

Cuando se produce este tipo de circunstancia, la dirección del Citco conmina a los agentes a que se pongan de acuerdo. Deben decidir si emprenden una investigación conjunta o si las indagaciones de algunos de ellos tienen prevalencia sobre las de los otros. Si no consiguen unificar puntos de vista, la dirección del Citco pide a sus superiores que tomen una decisión. Y si aun así las discrepancias permanecen, es convocada una reunión.

Para la operación efectuada el miércoles no se produjo ningún acuerdo y tampoco se convocó ninguna reunión. Según fuentes del Citco, el encuentro no se convocó porque, justo el día en el que lo solicitaron los responsables de la Guardia Civil–, el juez número 2 de la Audiencia Nacional , Ismael Moreno, había firmado las órdenes de detención y los registros y, «una vez hecho esto, el Centro poco tiene que decir».

En el Citco también sostienen que los jueces no firman nada sin que lo sepan los fiscales y que en la Audiencia Nacional hay un órgano coordinador de fiscales que debería detectar si dos miembros del Ministerio Público, en juzgados distintos, están investigando a los mismos sujetos.

Otras fuentes de la Policía sostienen que la Comisaría General llevaba meses tras los presuntos yihadistas pero que no judicializó el caso hasta hace días. Una circunstancia que, de confirmarse, suavizaría la impresión de que la Policía actuó con prisas, pero dejaría en evidencia el incumplimiento de los protocolos.

En cualquier caso, no hubo lugar para la reunión de altos mandos a pesar de la peligrosidad de uno de los detenidos, no trascendió que hubiera una operación de mayor envergadura que pudiera verse afectada y la Policía realizó las detenciones.

Según fuentes del Ministerio del Interior, los investigadores policiales aseguraron que Rachid el Omari «estaba resuelto a pasar a la acción» y, ante el dilema de abortar cualquier tipo de actividad desarrollada por un presunto terrorista y cometer algún error de coordinación, se optó por la seguridad.

Interior informó de que el marroquí El Omari había recopilado «un importante arsenal ideológico y electrónico compuesto por manuales como el Manual para el terrorista suicida o el Manual para la Yihad electrónica». Si bien el Ministerio ha desvinculado su detención de la hipótesis de que pudiera estar preparando algún atentado contra la celebración del Orgullo Gay en Madrid.

En marzo fue convocada una reunión en el Citco cuyo fin era revertir problemas como el detectado. Por el momento, de efectividad relativa.


EL RETO DE LA COORDINACIÓN

Duplicidades varias. No es la primera vez que quedan patentes las dificultades de coordinar a dos cuerpos policiales. En agosto trascendió que varios jueces de la Audiencia Nacional habían mostrado a Interior su preocupación por la duplicidad en media docena de investigaciones sobre terrorismo.

Situaciones delicadas. Se han dado casos en los que un cuerpo policial ha detenido a los colaboradores del otro y se han llegado a abrir investigaciones, por desconocimiento, contra agentes que actuaban de forma encubierta.

Valoración. En Interior recuerdan que el trabajo de Policía y Guardia Civil evita situaciones peligrosas aunque haya detalles mejorables.