La huida de los cobardes

MIKEL AYESTARÁN – ABC – 20/08/16

· Los guerreros santos, los que apelan al martirio por Alá como el mayor logro que les puede otorgar la batalla por el califato, escaparon de Manbij en una larga caravana protegida por escudos humanos.

Los aviones estadounidenses que respaldan a las Fuerzas Democráticas Sirias capturaron el momento de esta procesión del miedo y la vergüenza de los guerrilleros de Daesh hacia la frontera turca. Los combatientes estarían ahora defendiendo Yarabulus y Al Bab, los dos últimos puntos que les quedan a los seguidores del califa Ibrahim, aunque con la proximidad de la frontera y la porosidad que ha demostrado en los últimos seis años tampoco extrañaría que alguno se encontrara a salvo en la vecina Turquía.

El control de esta frontera es una de las claves para acabar militarmente con un califato que en su lado sirio en menos de un año ha quedado reducido a un par de pequeñas localidades en el norte y Raqqa, su capital.

Pero como ocurrió con Al Qaida en Irak, la derrota militar no supone el final de una amenaza cuyo origen está precisamente en suelo iraquí, donde conservan Mosul, una ciudad de más de medio millón de habitantes. Daesh en Siria es un grupo más, pero su cuna y su fuerza parten de Irak, donde es la alternativa de los suníes al Gobierno central en manos de los chiíes.

Allí se librará la gran batalla contra el califato, una batalla que según los mandos militares de Bagdad, no está lejos.