La ilusión del ‘no’

EL MUNDO 24/10/16
SANTIAGO GONZÁLEZ

EL ESPÍRITU de la jornada lo encarnó Sara Hernández, la líder que el antiguo Sánchez puso en Madrid a su imagen y semejanza: «Hay ilusión para mantener el no», dijo ayer a la entrada de Ferraz. La ilusión del no, hay que joderse, fue derrotada ayer por 139 votos a favor y 96 en contra. El Comité Federal del PSOE aprobó la propuesta formulada por Elena Valenciano del que parece el gran asunto para los socialistas españoles: permitir con su abstención la investidura del candidato del PP. Han sido 43 votos de diferencia. No es mucho. Mayor era la distancia entre los 137 escaños del PP y los 85 del PSOE: 52. Si una diferencia de 52 escaños no era suficiente para que el candidato derrotado aceptara la victoria de su oponente, tampoco había razón para que todos sus acólitos se considerasen vencidos ayer por sólo 43 votos.

Si el resultado hubiera sido al revés, 139 votos por el no y 96 por la abstención, los ganadores no habrían considerado democrática la abstención de los diputados disconformes con el voto negativo del Comité Federal. Otro misterio es la razón de que los siete diputados catalanes, amén de Francina Armengol, Margarita Robles, Susana Sumelzo, Odón Elorza y Rocío de Frutos, se acojan a lo decidido por el Comité Federal de diciembre y rechacen la resolución del celebrado ayer. Entre los citados falta uno, precisamente el jefe, el joven Sánchez, del que aún no sabemos si se abstendrá, votará que no o simplemente hará novillos como suele desde hace meses.

Él ha sido el único dirigente político que no ha perdonado vacaciones tras las elecciones de junio y se pasó los meses de julio y agosto entre playas y montaña. Fue visto en Mojácar, Ibiza, Benicàssim, Vera, otra vez en Ibiza y también un poco de Pirineos, en el Valle de Arán, por el aquel de la variedad. Hace 20 días, apenas celebrado el Comité Federal en que se vio obligado a dimitir, se fue con su mujer y las niñas a Estados Unidos. Ayer no estuvo en el Comité Federal, ni se ha reincorporado al escaño, ni hay constancia de que lo vaya a ocupar el día de la investidura. No es que don Mariano sea un modelo de hiperactividad, pero, ¿qué socialista podría llamarle «vago» comparándolo con su ex secretario general?

Está la incógnita de Patxi López, uno de los más firmes detractores de Rajoy, y no precisamente por sus hechos de Gobierno; sólo era el jefe de la oposición en marzo de 2008, cuando los socialistas vascos lo atrajeron a la capilla ardiente de Isaías Carrasco como trampa. Después le debió la Presidencia del Gobierno vasco y la del Congreso, pero el chico de Lalo no tiene entre sus virtudes la del agradecimiento, qué se le va a hacer. A pesar de su inquina, lo más probable es que se abstenga en la investidura. No para devolver favores, sino porque su aspiración a suceder a Sánchez encallaría en su voto negativo a la investidura. En los momentos de crisis, sólo hay oportunidad para la tercera vía.

El Comité de ayer fue una balsa comparado con el penúltimo. No estaba Rodolfo en la mesa para esconder la urna detrás de la cortina y la votación fue limpia. El partido había pedido protección policial para proteger a unos socialistas de otros, aunque finalmente no hizo falta. Apenas había una docena de manifestantes, encabezados por el mismo militante rumano de Podemos, éste sí, militante, que se fingía afiliado socialista. Por lo demás, Javier Fernández ha gestionado la crisis con sobriedad y eficacia ejemplares. Lástima que no parezca dispuesto a competir en las primarias con Patxi. Sería un secretario general excelente, comparado con los dos últimos.