La inestabilidad asoma la cara desde el inicio

VICTORIA PREGO, EL MUNDO – 27/03/15

· Que la cosa no le había salido tan bien como ella intentó vender urbi et orbi recién cerradas las urnas lo estamos viendo ya.

Susana Díaz ha iniciado las conversaciones para asegurarse la investidura y el panorama pinta complicado porque los nuevos partidos tienen la mirada puesta en las elecciones generales, a las que pretenden llegar más sólidos y con más amplios respaldos que los que tienen ahora mismo. Podemos y Ciudadanos tienen sus estrategias en clave nacional y por eso la decisión sobre el voto a esta investidura la van a tomar sus respectivas direcciones.

Pablo Iglesias y Albert Rivera van a ser muy precavidos y no van a caer de primera mano en un voto afirmativo o una abstención en la investidura de Susana Díaz si no tienen garantizado que se llevan a cambio un botín suficiente que les compense esa concesión parlamentaria. La exigencia más urgente es que ella obligue a Manuel Chaves y a José Antonio Griñán, imputados ambos por el Tribunal Supremo, a abandonar sus escaños. Cosa que ella no puede hacer ahora porque ya ha dicho que sólo tomará esa decisión si sus dos antecesores en la Presidencia de la Junta fueran imputados con cargos. Pero como los caminos de la Justicia no se acompasan a las necesidades de la política, esa condición que le ponen la dos nuevas formaciones no la podría cumplir ahora sin desdecirse gravemente de sus compromisos públicos.

IU, el amante despechado, ya ha anunciado que va a votar que no, cosa comprensible después de la faena de la que ha sido víctima por parte de la presidenta, faena que ha rematado Podemos cuando IU estaba ya en el suelo.

Y el PP quiere asegurarse de que su ofrecimiento de dejar gobernar a la lista más votada sea respetado también por el PSOE en las próximas elecciones locales. Claro, los populares temen que las alianzas entre las izquierdas les arrebaten muchas alcaldías en las que prevén ganar pero sin obtener la mayoría absoluta. Ese pacto, del que los socialistas andaluces no quieren ni oír hablar, garantizaría al PP mantener muchos grandes ayuntamientos –las capitales, por ejemplo– y paliar considerablemente la amargura de la derrota en los recientes comicios. Precisamente por eso ese acuerdo no se va a producir.

De manera que Susana Díaz no tiene ahora mismo quien la apoye. Ella dice que, si la cosa sigue así, está dispuesta a repetir las elecciones, pero esa es una fantasmada sin sentido y no hay que tenerla en cuenta. Lo que sí hay que constatar es que de la estabilidad que ella buscaba adelantando los comicios no se ve ni rastro. Y que va a tener una legislatura muy complicada porque sus resultados no son la gran victoria que vendió y porque los objetivos de sus adversarios trascienden a la comunidad que ella intenta ahora, con dificultades, empezar a gobernar.

VICTORIA PREGO, EL MUNDO – 27/03/15