ABC-IGNACIO CAMACHO

Es un error desdeñar la habilidad funámbula de Sánchez. Pero el efecto de luna de miel se está disipando en la calle

«E S un error menospreciar a Sánchez». Palabras de consultor político, pronunciadas ante un cuadro comparativo de encuestas repleto de anotaciones al margen. «Es evidente que en cien días se está disipando el efecto de luna de miel y que los continuos bandazos le pasan factura en la calle, pero no olvides que es un superviviente sufrido y tenaz, un tipo acostumbrado a reinventarse. Como gobernante a muchos nos puede parecer un desastre, de hecho la mayoría lo suspende en cuestiones esenciales. Sin embargo, ahí lo ves: en el peor de los casos saca un empate. Se desgasta rápido, sí, pero tiene margen. ¿Que cómo es posible? Pues porque, a diferencia de lo que hizo Rajoy, que nada más llegar castigó a sus sectores de apoyo principales, él está trabajando sólo para sus votantes. Ésa es la clave. Vive del impulso de haber desalojado al PP, y para los suyos de momento eso es bastante. El poder le da una prima, una capacidad de iniciativa de la que carecen sus rivales y la facultad de repartir cargos, favores a discreción y recursos clientelares. Fíjate: sin la moción se habría convertido en un político cadáver, arrinconado fuera del Parlamento y con una influencia inapreciable. Ahora está cómodo, diría que disfrutando, como el que encuentra un tesoro después de pasar muchas penalidades. Y sabe que, ocurra lo que ocurra, la partida electoral se va a jugar al ritmo que él marque».

«No te daré un pronóstico: el panorama no está todavía decantado y dependerá mucho de que las elecciones sean a corto o a medio plazo. Lo único claro, salvo movimientos sísmicos en el electorado, es que el próximo Gobierno será de coalición y lo va a decidir Ciudadanos. Y a mí me parece que de ninguna manera se puede considerar el acuerdo entre Cs y el PP como algo automático. Rivera ha perdido en la práctica la oportunidad de ganar pero se va a hacer valer mucho para firmar un pacto. Y ante una subasta de condiciones duras veo a Sánchez más audaz –o con menos miramientos, dilo como quieras– que Casado. El presidente es, ante todo, un funámbulo pragmático; hoy anda a partir un piñón con Podemos y los nacionalistas pero, llegado el caso, para salvar el poder es capaz de hacerse mañana una enmienda a la totalidad a sí mismo sin ningún reparo».

«Cataluña va a seguir siendo el factor decisivo, y durante bastante tiempo. Más que la economía, que la inmigración o que Franco, desde luego. A Sánchez no le conviene que vuelva el jaleo; hará lo posible por mantener el statu quo pero no es fácil que Torra le siga el juego. Ése es su punto más débil: el riesgo de que el separatismo se eche al monte después del juicio en el Supremo. Si eso ocurre, la situación daría un vuelco. Si no, recuerda que se han equivocado todos los que lo han dado alguna vez por muerto. Y todos por la misma razón: minusvalorar la importancia que en una sociedad líquida tiene el postureo…».