La nueva CDC supera el derecho a decidir y se reafirma como independentista

ABC – 10/07/16

· La militancia escoge hoy el nombre: Junts per Catalunya, Partit Demòcrata Catala o Partit Nacional Català.

· Polémica Controversia en el congreso por la estructura organizatiza y la figura del secretario general.

Del nacionalismo al soberanismo, y del soberanismo al independentismo. El partido que relevará a Convergència Democràtica de Cataluña (CDC) –cuyo nombre la militancia decidirá hoy– culmina este fin de semana en su congreso fundacional el tránsito del autonomismo al independentismo. El viejo partido que fundó Jordi Pujol en 1974 ya es historia, y la nueva formación que presidirá Artur Mas, aboga de manera clara y sin matices por la ruptura con España.

En contra del criterio de los sectores moderados del partido, en franca retirada y que entienden que en la formación naciente deberían tener cabida los no independentistas, las bases forzaron ayer la introducción en la propuesta de bases fundacionales –que hoy se someten a votación– el término «independentista» para definir el partido. En la propuesta de bases que entregó la dirección como base para la discusión, el nuevo partido se definía como «soberanista», un término que, para ser precisos, sirve para calificar a quienes consideran a Cataluña como sujeto soberano –es decir, que son favorables al derecho a decidir–, pero que no necesariamente son independentistas.

La nueva CDC da por superado pues el «derecho a decidir» –terreno común en el que también se encontrarían Unió o la confluencia de izquierdas entorno a Ada Colau– para competir ya de manera desacomplejada en el terreno de ERC.

Rechazo a la DUI

Aunque el cambio es trascendente, el hasta ahora coordinador de régimen interno de CDC, Francesc Sánchez, recordó en este sentido que, en la práctica, Convergéncia ya es un partido independentista desde 2012, cuando en el congreso de Reus, en los albores del proceso soberanista, ya se abogó por la construcción del «Estado propio». La diferencia es que ahora, si los militantes lo aprueban hoy, la definición de «independentista» se lleva al frontispicio del nuevo partido, que remacha también que su apuesta para Cataluña es la de un «estado independiente en forma de república». Por contra, la misma ponencia rechazó una propuesta a favor de una «declaración unilateral de independencia» como fórmula para llegar al mismo.

Junto a la definición de lo que será la nueva CDC, otro de los asuntos que mantiene enfrascados a los alrededor de 2.600 militantes que participan en el cónclave es el del nombre de la formación. Tras el fiasco del viernes, cuando las bases se amotinaron para rechazar los dos nombres sugeridos por la dirección –«Més Catalunya» y «Catalans convergents»–, una improvisada ponencia puso ayer sobre la mesa una nueva propuesta de nombres, que hoy serán sometidos a escrutinio.

Los miltantes escogerán entre Junts per Catalunya, Partit Nacional Català o Partit Demòcrata Català, ninguno de los cuales incluye referencia alguna a Convergència, tal y como habían pedido los militantes en la encuesta interna preparatoria del congreso. Una de las alternativas, la de Partit Demòcrata Català podría nacer con polémica si finalmente es la elegida, en tanto que Demòcrates de Catalunya (escisión independentista de Unió Democràtica) lo reclama como suyo. Desde la dirección de la vieja CDC se precisa que son decenas los partidos que se llaman «demócratas», y que no es un término exclusivo de nadie.

Si la elección del nombre ha sido polémica, otros asuntos, en apariencia de carácter más técnico, son igualmente controvertidos. En este sentido, al cierre de esta edición seguía en curso la ponencia que debe definir la estructura organizativa del nuevo partido, con aspectos que a la postre serán trascendentales.

Así, por ejemplo, en la definción del régimen de incompatibilidades, distintos sectores del partido ultimaban anoche un acuerdo que permitiese a Neus Munté simultanear su cargo como consejera del gobierno de la Generalitat y vicepresidenta del partido, tal y como ha propuesto Artur Mas. De igual forma y tras haber acordado una limitación de mandatos para los cargos electos que no afectará a los municipios, en el congreso se seguía discutiendo si se crea o no la figura del secretario general, lo que afectaría a la candidatura oficialista que encabeza Jordi Turull.

ABC – 10/07/16