La post educación

EL MUNDO 01/05/17
F. JIMÉNEZ LOSANTOS

EL PP sigue progresando adecuadamente desde el centro al vacío. En 1999, antes de la mayoría absoluta, publiqué un ensayo contra la deriva centrista aznarí, Viaje al centro de la nada, que no le gustó nada al Faraón, que había alumbrado en México una Internacional centrista a su imagen y conveniencia, o eso creía él, con el democristiano Eugenio Nasarre como ideólogo y la Nueva Revista como vehículo formal. No creo que Nasarre hubiera llegado en su pastelería al rancio bizcocho borracho de Méndez de Vigo, aunque como correligionario de Wert, todo es posible. Pero si éste se rindió a los separatistas tras un ridículo fervorín parlamentario y tragó la catalanización, la euskerización y se cargó la Filosofía, para compensar por el lado sociata lo entregado por el lado nacionalista, su sucesor ha ido más lejos: al barranco, y ha tirado a los alumnos por él.

Méndez de Vigo –o Da Morte– ha liquidado las reválidas con el aplauso de Podemos, que las llama franquistas, y de Ciudadanos, porque estimulan el memorismo. Así no recordará nadie sus promesas de mejorar la educación, porque nadie sabe lo que no recuerda. También ha suprimido la Literatura Universal en la ESO. Y pone una pica en le plat pays de Brel, más pastueño que Flandes, dejando pasar curso con dos suspensos. Pero deja lo más dulce para el postre, una fechoría que no soñó Marchesi, ideólogo de Maravall y Rubalcaba, ahora defensor de la LOGSE en la Tercera de ABC: la eliminación orwelliana del suspenso. ¡Qué alivio!

Ya la LOE sociata, hija de la LOGSE y hechura de pedagogos que no han tocado una tiza en su vida, dejaba pasar de curso con cuatro suspensos, por si los pepiños de ZP no habían terminado el bachiller. Pero la indigencia intelectual de la horda podemita, que viene con faltas de ortografía orales, obliga a sus padrinos del PP a rebautizar el suspenso, no vayan a presentar otra moción de censura contra el islamófobo Cervantes.

¿Y cómo llamar al suspenso para que no evoque ignorancia? ¿Tal vez consenso–«en la mejora de rendimiento»–? ¿Disenso–«en la valoración de parámetros estimativos»–? ¿Preaprobado–ya que al final aprobará–? Barrunto que se impondrá post aprobado. Ya que estamos en la era de la post verdad, antes mentira o propaganda, es el lógico fruto centrista de la post educación, del post PP, de post Rajoy.