La última provocación al PSOE

EL MUNDO – 05/05/16

· Pablo Iglesias da por hecho el  ‘sorpasso’ gracias a la alianza con IU y ofrece a Pedro Sánchez ser su vicepresidente.
· Los socialistas ridiculizan la «arrogancia» del líder de Podemos.

Los avances en las negociaciones para la alianza con Izquierda Unida han disparado la osadía de Pablo Iglesias. Hasta el punto de que ayer, sin ni siquiera haber cerrado el acuerdo, el líder de Podemos se dejó llevar por la euforia y dio por hecho el sorpasso al PSOE, planteando que Pedro Sánchez ocupe el puesto de vicepresidente en un próximo Gobierno presidido por él.Lo que Podemos no consiguió en solitario el 20 de diciembre cree que lo podrá lograr el 26 de junio, gracias a la suma de las fuerzas de izquierdas. Principalmente, por el millón de votos de IU. La formación morada inicia la precampaña dando alas a la teoría de que adelantará al PSOE gracias a un hipotético éxito electoral, que hasta el prudente Alberto Garzón comenzó a vender en el día de ayer. El referente de IU insufló al unísono el mismo optimismo asegurando que con la alianza de ambos aspira a superar los 90 escaños socialistas y ser la primera o la segunda fuerza en el Congreso.

Este ataque de entusiasmo, a uno o dos días de cerrar previsiblemente las negociaciones, pretende sobre todo desgastar al PSOE, al que Podemos etiqueta ya como opción perdedora, para meter la duda entre sus votantes sobre cuál es el «voto útil» contra Mariano Rajoy y el PP. Precisamente, el mensaje que Sánchez llevará a la campaña.

Iglesias sigue necesitando arañar todos los electores posibles al PSOE para crecer, y la maniobra de ofrecer la Vicepresidencia a Sánchez le ayuda a instalar la idea de partido ganador. Al mismo tiempo, pretende inyectar tranquilidad a los votantes socialistas que duden en apoyar a Podemos al garantizarles que Iglesias contaría con el PSOE para formar un equipo para gobernar España. Algo que, desde hace tiempo, Podemos pone en duda de que fuera posible al revés, alimentando de manera reiterada la idea de que habrá un pacto de gran coalición con el PP.

Consciente de que el pacto Podemos-IU no llegará por sí solo para formar Gobierno y que necesitará otros apoyos, Iglesias lleva varios días insistiendo en que el PSOE no es su enemigo, sino un «aliado» al que tenderá la mano para trabajar juntos. Por ello, está intentando rebajar la tensión afirmando que la estrategia de unificar a la izquierda no se hace contra el Partido Socialista, sino contra Rajoy. «El sorpasso tiene sentido si significa superar al PP», aseguró ayer Iglesias, desligándose del cuerpo a cuerpo con el PSOE por la hegemonía del espectro progresista.

Los socialistas se tomaron a broma la última «bravuconada» de Pablo Iglesias, que demuestra su «arrogancia», según dijeron varios dirigentes socialistas tanto en privado como en público. El comentario generalizado de varios miembros de la Ejecutiva o de la dirección del Grupo Socialista fue que Iglesias sigue pensando sólo en los sillones: «No piensan en otra cosa. ¡Más soluciones y menos sillones!», dijo en Twitter la portavoz adjunta del PSOE en el Congreso, Isabel Rodríguez.

La dirección del PSOE no se toma en serio el sorpasso. Ferraz cuenta con estudios cualitativos que señalan que una parte importante de los votantes de IU –hasta un 50%– no votarán a Podemos. Y que un porcentaje no desdeñable de los que apoyaron a Podemos y no se identifican con la izquierda harán lo mismo por su pacto con IU. Además, aseguran que las expectativas de Podemos, muy deterioradas tras estos cuatro meses de bloqueo, no mejorarán por apoyarse en IU, una fuerza clásica que tiene un electorado distinto al de Podemos. «Los 900.000 que votaron a IU en diciembre no querían votar a Podemos; y el partido de Iglesias vive uno de sus peores momentos, con lo que puede que gran parte de ellos mantengan aquella intención», explicaron a este diario dos fuentes distintas de la dirección del PSOE.

El portavoz del Comité Electoral del PSOE, Antonio Hernando, atacó ayer con dureza a Iglesias. De hecho, le acusó de «querer convertirse en la vieja izquierda, la vetusta izquierda comunista obsesionada por superar al PSOE». Hernando añadió que Iglesias pretende hacerlo «a costa de que la derecha siga gobernando». El que fue jefe de la comisión negociadora del PSOE recordó que hace sólo unos meses, Iglesias aseguraba que los términos de izquierda y derecha habían sido ya «superados».

EL MUNDO – 05/05/16