Los observadores europeos denuncian «graves fallos» en el referéndum turco

ABC 18/04/17

· La OSCE y el Consejo de Europa ven la consulta «desigual» y que el recuento no se ajustó a las «normas de garantía», mientras Trump felicita a Erdogan

El referéndum sobre la reforma constitucional en Turquía ha desencadenado una ola de reacciones de contrariedad en toda Europa. La idea de que Erdogan va en dirección contraria a los valores europeos es la tesis más repetida, y aunque en esta reforma no aparece nada referido al restablecimiento de la pena de muerte, que es el límite que todos los países e instituciones han señalado como infranqueable, el modo en el que se ha llevado a cabo el referéndum y las consecuencias políticas que se desprenden del resultado son vistas desde Europa como una mala señal. El síntoma más evidente es el dictamen de los observadores electorales de la OSCE y del Consejo de Europa, que han señalado formalmente que el referéndum que reforzará los poderes de Erdogan no se ha desarrollado de forma imparcial.


· Panorama sombrío

Erdogan amenaza con otros dos referendos, sobre la Unión Europea y sobre la pena de muerte

No es frecuente que una misión de observadores electorales haga un señalamiento tan drástico sobre un proceso electoral, tratándose de un país miembro del Consejo de Europa. Sin embargo, en este caso el jefe de la delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Cezar Florin Preda, ha dicho que la consulta ha tenido lugar «en un terreno desigual en el que los dos campos no han tenido las mismas oportunidades» y «ciertas modificaciones de última hora en el proceso del recuento de los votos han eliminado uno de los mecanismos de protección contra el fraude», en referencia a la decisión de aceptar los boletines de voto aunque no tuvieran el sello de la autoridad electoral. El Consejo de Europa es una organización de la que forma parte Turquía, que es, junto a Rusia y Ucrania, uno de los países que más querellas tienen que afrontar en el Tribunal de Derechos Humanos.

En cuanto a la UE, sus relaciones con Turquía pasan un momento muy delicado y el referéndum no contribuirá a mejorarlas. El comunicado emitido por la Comisión Europea y firmado por su presidente, Jean-Claude Juncker; la alta representante Federica Mogherini, y el comisario encargado de la ampliación, Johanes Hahn, se hace eco de las inquietudes de los observadores y dice que espera que la puesta en práctica de los cambios constitucionales se llevará a cabo «a la luz de las obligaciones de Turquía como candidato a entrar en la UE y como miembro del Consejo de Europa». Piden a las autoridades turcas que, teniendo en cuenta lo ajustado del resultado, emprendan el proceso con el «mayor grado de consenso posible».

Estado de emergencia
Por el contrario, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó ayer por teléfono a Erdogán para felicitarle por el resultado del referéndum. Fuentes diplomáticas citadas por el diario turco «Daliy Sabah», afín al régimen, aseguran que fue una conversación «agradable» de 45 minutos. Tal vez reconfortado por esta llamada, el Gobierno turco anunció ayer una prórroga de tres meses más en el estado de emergencia que vive el país desde el extraño golpe de Estado del pasado julio.

En cuanto a los gobiernos europeos, Bélgica y Holanda han lanzado ya advertencias a Erdogan sobre el uso que pueda hacer del resultado y han empezado a pensar en limitar la posibilidad de mantener la nacionalidad turca a los emigrantes que han adquirido la de los países donde ahora residen.

La Comisión Europea había prometido a Turquía la exención de visado para sus ciudadanos a cambio de que Ankara colabore en la gestión de los refugiados que huyen de la guerra de Siria, pero la legislación antiterrorista en vigor allí lo ha impedido. Es muy probable que la reforma constitucional obligue a otra evaluación, lo que provocará una nueva reacción de Erdogan, que mencionó ayer la posibilidad de convocar un referéndum sobre la adhesión a la UE, con la evidente intención de pedir a los turcos que voten en contra, así como otra votación para restablecer la pena de muerte que el presidente del Parlamento