May y Puigdemont

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 11/06/17

José María Carrascal
José María Carrascal

· Puigdemont no está en otra galaxia, está en un agujero negro que se traga cuanto hay alrededor.

Más de un lector se habrá sorprendido ante el titular de esta postal. «¿May y Puigdemont? –se habrá dicho– ¿Qué tienen que ver la una con el otro?» Pues muchas cosas. La primera y más importante, que se han equivocado, no una vez, sino varias. Y que en vez de rectificar, se empecinan en el error. En su descargo pueden alegar que es un error heredado.

El error inicial inglés lo cometió Cameron aceptando el referéndum escocés, que dió alas a aquel nacionalismo, así como al galés, problema que heredó Mrs May, reforzado por el error garrafal del Brexit, cuyas dimensiones no hacen más que aumentar cada día. Aunque el mayor de sus errores fue convocar nuevas elecciones, teniendo como tenía la mayoría absoluta, pero convencida de que iba a aumentarla para poder negociar desde una posición de fuerza su salida de la UE.

Lo que ha sucedido es justo lo contrario: que ha perdido la mayoría absoluta, que tendrá que negociar con Bruselas desde la debilidad y que el Reino Unido está menos unido que nunca, con una escena política convertida en rompecabezas con piezas difíciles de encajar, ya que todos han perdido en estas elecciones, incluidos los que han avanzado. Al fondo está la arrogancia inglesa, que desprecia a todos, incluidos escoceses, galeses, norirlandeses, a los que Mrs. May necesita para gobernar y, más que a nadie, a los europeos, con los que tendrá que negociar.

Algo parecido ha ocurrido en Cataluña, convencida de su «hecho diferencial» respecto al resto de España, que le otorga una superioridad sobre ella, de la que ha venido sacando pingües beneficios hasta nuestros días. Hecho diferencial basado en fantasías históricas, prepotencia y desvergüenzas, como acusar a España de robarles, cuando han sido sus propios dirigentes quienes más la han robado. La cosa fue creciendo al amparo de que los gobiernos centrales necesitaban sus votos para mantenerse y los líderes catalanes se creían sus propias mentiras, hasta el punto de traspasar la línea roja: no se contentaban con ser «diferentes», sino exigían ser independientes.

Algo que ningún gobierno español podía concederles si no se daban los pasos legales. El embeleco comenzó a desplomarse al descubrirse la trama de la familia Pujol y se ha precipitado a medida que su demanda independentista no encontraba respuesta en ninguna parte. Puigdemont no ha hecho más que heredar la bancarrota política y económica de Mas, como Mrs May la de Cameron, pero en vez de rectificar ha seguido adelante bajo el lema «de perdidos, al río».

Sin querer ver que el río está seco. «Mrs. May está en otra galaxia», informó por teléfono Juncker, presidente de la Comisión Europea, a Frau Merkel, tras su encuentro con aquella. Puigdemont no está en otra galaxia, está en un agujero negro que se traga cuanto hay alrededor. Es lo que ocurre cuando la arrogancia se une a la ignorancia, la sustituye mentira a la verdad y la ambición, al sentido común. Algo común a ambos personajes, que están haciendo historia al revés. ¡Quién lo diría!

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 11/06/17