Mucho que celebrar todos el 12-O

ABC 13/10/16
EDITORIAL

· La Fiesta Nacional es el símbolo de un proyecto colectivo y de un acervo común que ha logrado hacerse un hueco en los anales de la Historia

LOS Reyes presidieron ayer el tradicional desfile militar que, como cada año, transcurre por el centro de Madrid para conmemorar el Día de la Fiesta Nacional, junto a las máximas autoridades del Estado y con la particularidad de que, por primera vez, se celebró con un Gobierno en funciones. Sin embargo, tal y como ya viene siendo habitual, también hubo destacadas ausencias por parte del nacionalismo y la extrema izquierda, al tiempo que, por desgracia, no ha estado exenta de polémica, tras el bochornoso espectáculo ofrecido por algunos concejales de Badalona. Desaires, ofensas y salidas de tono que, en todo caso, ya sea por ignorancia o por puro y simple sectarismo ideológico, no pueden emborronar ni desvirtuar el hondo sentimiento de unidad y orgullo que supone pertenecer a una nación secular, cuyos logros, valores y profundos lazos compartidos a lo largo del tiempo son motivo de evocación y reconocimiento.

La Fiesta Nacional es la fiesta de todos los españoles, el símbolo de un proyecto colectivo y de un acervo común que, gracias al esfuerzo de cada uno de sus integrantes, ha logrado hacerse un hueco por sí mismo en los anales de la Historia. España es un gran país, con características propias y diferentes al resto de naciones, por lo que ha sido y por lo que es, pero también por lo que puede llegar a ser en el futuro, dado el tesón y la capacidad de superación que ha demostrado su pueblo en tantas ocasiones. No en vano, pese a todas las trabas y dificultades, es una de las economías más ricas del mundo, una potencia turística de primer nivel, poseedora de una red de infraestructuras puntera, con uno de los mayores patrimonios culturales y artísticos del planeta, y cuya lengua ya hablan más de 560 millones de personas, casi el 8 por ciento de la población global, tan solo por detrás del chino y el inglés.

Esta fiesta representa, además, el Día de la Hispanidad en Latinoamérica, que conmemora el descubrimiento del continente americano, el 12 de octubre de 1492, y el nacimiento de una amplia y variada comunidad internacional que comparte la misma base cultural, moral y afectiva. El hecho de que los presidentes nacionalistas de Cataluña, País Vasco y Navarra o destacados representantes de la extrema izquierda, como la alcaldesa de Madrid y el líder de Podemos, no asistieran a la celebración de la Fiesta Nacional no solo supone un desprecio a las instituciones, sino una afrenta a los valores, principios e historia que comparten los españoles desde hace siglos. Mención aparte merece la lamentable actuación del Ayuntamiento de Badalona, que, desobedeciendo una orden judicial, abrió sus puertas pese a la festividad, en una nueva señal de desafío hacia la ley y una absoluta falta de respeto al resto de españoles.