‘Narcolombia’

EL MUNDO 12/09/16
F. JIMÉNEZ LOSANTOS
AUNQUE Netflix triunfe en España con Stranger things, las dos temporadas de Narcos me parecen infinitamente superiores a ese ET-contra-Alien. Es terrible seguir, muerto a muerto, el hundimiento de un Estado ante el narcotráfico y sus aliados en la guerrilla comunista y dentro del sistema político, mediático y judicial, que acaba a los pies de Escobar. Y lo hace cuando el Robin HoodPaisa secuestra a la hija periodista del ex presidente Turbay y ésta muere accidentalmente al ser rescatada. Gaviria sale del entierro con su señora, insultado por los Turbay, y se rinde a Escobar. Inútil. La lógica del narco y su alianza con la guerrilla comunista –el M-19 asalta el Palacio de Justicia para destruir la documentación contra él– acaba hundiendo a Gaviria, que, con su íntimo subsecretodo, recurre a la guerra sucia, la abandona, vacila y naufraga. Queda claro que un Estado no puede aceptar jamás la paz del Narco.

Veinte años después, la Colombia oficial está a punto de convertirse en Narcolombia. La alianza de Santos y el ex presidente Samper con Cuba y Maduro chantajea con el señuelo de la paz –como Escobar en Narcos– a una sociedad aterrada. Y pretende que un plebiscito en el que bastaría un 13% de los votos afirmativos –¡aún con el 85% en contra!– rinda el sistema constitucional a los narcodemócratas y narcomarxistas que han decidido en Cuba, dónde si no, la entrega del país al mayor cártel del mundo, aliado del Chapo, los Soles y Al Qaeda. Le entregan un tercio del suelo cultivable –tres millones de hectáreas (ahora tiene uno), dejando seis para cultivos menos rentables–, 27 escaños en el Congreso, una cadena de radio con 30 FM y la impunidad total para los atroces asesinatos de las FARC durante décadas. Sobra dinero del Presupuesto y del Narco para denigrar a los políticos honrados que se niegan a aceptar esa Narcolombia de Santos que aquí defiende Prisa.

Ayer publicaba Pérez-Maura en ABC una gran entrevista con el ex presidente Pastrana, hoy unido a su rival Álvaro Uribe y a parte de la izquierda que antaño lo combatió. Dice que Samper fue elegido con el dinero del cártel de Cali y que controlará los cuatro millones de hectáreas –Uribe las dejó en 40.000– de Narcolombia. Por supuesto, parte de las FARC, el ELN y los Paramilitares no firman nada. Pero, con el cuento de la paz, el Narco destruirá Colombia.