Obama se despide tranquilizando a Europa

ABC 18/11/16
EDITORIAL

EL presidente estadounidense, Barack Obama, ha querido visitar Europa como despedida de su mandato y estrechar sus lazos, también de amistad, con algunos de sus mandatarios. Confiesa incluso que le gustaría poder votar a la canciller alemana, Angela Merkel. Al mismo tiempo, trata de tranquilizar a los dirigentes de este lado del Atlántico sobre la certeza de que la OTAN seguirá siendo el engarce estratégico esencial de Estados Unidos, independientemente de lo que haya dicho en la campaña el presidente electo, Donald Trump.

La incertidumbre desatada por la victoria electoral del magnate parece haber relanzado la proyección y valoración de Obama, convertido en inesperada tabla de salvación para el orden internacional establecido. El todavía presidente americano ha sabido sintonizar con esa Europa que a esta hora de la historia lucha por contener los populismos y el triunfo de lo incierto. Su sintonía con el propio Rey de España, Felipe VI, es ejemplo de esa cercanía que Obama ha sabido ganarse y que probablemente le ayude a sacar lustre al balance final de un mandato que acumula más gestos que logros reales para Estados Unidos y para el mundo en general.

El presidente saliente hace bien en apoyar a la Alianza Atlántica como el elemento más importante en la defensa de la libertad y la democracia en el mundo. No se sabe todavía cuál será al final el enfoque real de la presidencia de Trump, si se basará más en lo que ha dicho durante la campaña o finalmente el pragmatismo acabará recentrando su visión del mundo. Por ahora, la impresión sigue siendo confusa y ciertas señales, como la dimisión de James Clapper, responsable de la Inteligencia, abundan sobre la idea de que el próximo presidente norteamericano todavía está tratando de ordenar las cosas.