Otra paz más sólida para Colombia

ABC 14/11/16
EDITORIAL

COLOMBIA inicia una nueva etapa hacia la consecución de una paz sólida y estable para enterrar de forma definitiva el largo y cruel conflicto que, desde hace más de cincuenta años, enfrenta al Gobierno colombiano con la guerrilla de las FARC. Ambas partes anunciaron este fin de semana la firma de un nuevo acuerdo en el que se incluyen varias de las reivindicaciones que demandaban los sectores críticos que rechazaron el texto inicial en el plebiscito del pasado 2 de octubre, lo cual constituye una excelente noticia, ya que abre un futuro esperanzador para el conjunto del pueblo colombiano. Aunque los detalles del pacto todavía deben ser revisados por la oposición y las víctimas, los promotores del «no» en el pasado referéndum, encabezados por el expresidente y senador Álvaro Uribe, podrían apoyar el nuevo texto, que introduce importantes cambios y mejoras.

En concreto, han sido modificados 56 de los 57 puntos de fricción del primer acuerdo. Los líderes de las FARC podrán presentarse a las elecciones y ser elegidos para cargos públicos, pero la guerrilla tendrá que entregar sus bienes y su dinero para indemnizar a las víctimas. Además, se anula la presencia de jueces extranjeros en los juicios sobre el conflicto, que serán revisados caso a caso; se precisan las reglas y las áreas de restricción de libertad para los condenados y se garantiza la propiedad privada en la reforma rural, entre otros puntos importantes. Se trata, por lo tanto, de un acuerdo de paz mucho más completo, justo y, sobre todo, consensuado. Para implementar con éxito un pacto de estas características es fundamental contar con la participación de todas las partes implicadas con el fin de alcanzar el mayor consenso político y social posible. En eso hay que trabajar a partir de ahora.