Pablenchon

EL MUNDO 17/04/17
F. JIMÉNEZ LOSANTOS

UNO creía que la legendaria capacidad de los franceses para arruinar los privilegios que la naturaleza les concedió y abrazar un sectarismo religioso criminal o un sectarismo político genocida era agua pasada. Quería creer que esa tendencia autodestructiva se limitaba a Marine Le Pen, de cuyo nacionalismo, digno de TV3, hacía ayer la autopsia Arcadi Espada a cuenta del Holocausto, sección Vichy, que dice Marine que no fue responsabilidad de Francia, sino «de las autoridades» de la época, entre las que no recuerdo senegaleses. Claro que, al lado de su padre, invento electoral de Mitterrand, Marine es casi sionista. De hecho, su programa es el más creíble en materia antiislamista. Pero en lo económico oscila entre Montoro y Monedero, con la castiza moutarde antialemana y antieuro, letal para la UE y fatal para España.

Pero Marine no está sola en la estela de Podemos. Cuando parecía que sólo la extrema derecha podía bombardear la Unión Europea desde la Torre Eiffel, he aquí que sale a su encuentro, como las pinzas de un cangrejo gigante, una extrema izquierda tan parecida a la de Pablemos que a su líder, un Ximo Puig con el pelazo de Alfonso Rus, no dan ganas de llamarle Mélenchon, sino directamente Pablenchon. No es que parezca podemita, es que lo es hasta el extremo de llevar en su programa, junto a la salida de la UE y el euro, la unión de Francia al ALBA, paraíso del libre comercio y meca de la prosperidad que alumbró el genio de su amado Chávez y cuyos felices miembros son Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Honduras, Ecuador, San Vicente, Dominica, Antigua y Barbuda.

Porque Mélenchon es un fiel admirador de Castro I –él dice que sólo defensor contra la agresión (de pedir elecciones, por ejemplo)– y del Gorila Rojo, aunque no llegó a tener despacho en Miraflores junto al etarra de guardia, como Monedero. Y sólo ahora, cuando se dispara en las encuestas y puede pasar a la segunda vuelta, contra o con Marine, le han preguntado por esa parte de su programa, que nadie había leído. Yo he visto a Pablenchon en la tele y es un marrajo faltón a lo Pablo Manuel, aunque, por edad, con un buen bachillerato, que pasa por elocuencia, tan mal está Francia. Dice Pablenchon que «no va a sacar a Francia de la UE para entrar en el ALBA», sólo a Guadalupe y otras ex colonias. Racista y comunista: una joya.