PP-Ciudadanos, el desencuentro inevitable

LUCÍA MÉNDEZ – EL MUNDO – 05/03/17

Lucía Méndez
Lucía Méndez

· Mariano Rajoy y Albert Rivera firmaron un acuerdo de investidura que incomoda a ambos. Un pacto que, desde el principio, se sabía como una piedra en la convivencia política.

· Las declaraciones por ambas partes de los últimos días, a cuenta de los incumplimientos de PP y el tono duro de Ciudadanos, han elevado una tensión siempre latente.

En el verano del año pasado, tras una visita de Albert Rivera a La Moncloa, un colaborador preguntó a Mariano Rajoy por el tono de la entrevista. El presidente del Gobierno señaló su reloj y respondió: «Ha durado una hora y media. Él ha estado hablando una hora y cuarto». Rajoy y Rivera nunca han tenido mucha química, según atestiguan los colaboradores de ambos. Esta semana se ha reproducido el desencuentro. El líder de Ciudadanos ha endurecido su discurso, volviendo a meter el dedo en la llaga de la corrupción y el presidente del Gobierno se ha vuelto a enfadar. Fuentes del PP aseguran que Rajoy está muy molesto con Rivera tras sus declaraciones en las que regresó al discurso de la campaña electoral.

Desde que el nuevo partido nació para la política nacional, las muestras de desdén y menosprecio del grande al pequeño fueron constantes, porque la aparición de Rivera había dividido el voto del centroderecha en España por primera vez desde los 90 del pasado siglo. El discurso de la regeneración y limpieza de Ciudadanos era un puñetazo al rostro de Rajoy.

El líder del PP únicamente accedió a sentarse a negociar un acuerdo con el partido naranja porque era condición indispensable para que el PSOE se abstuviera en la investidura. Pero lo hizo a regañadientes y escenificando que quien llevaba la batuta era él. Hay que recordar aquel Comité Ejecutivo que convocó para aprobar el documento de las seis condiciones que Ciudadanos imponía al PP para un pacto de investidura, del que salió diciendo que el contenido del documento no había sido ni siquiera tratado en la reunión. Fue uno de los momentos en los que se tensó la cuerda entre los dos partidos.

El segundo gran desencuentro ha tenido lugar precisamente cuando se cumple el plazo para llevar a cabo las medidas de regeneración política. Tres meses, y los aspectos más relevantes del documento –limitación de mandatos, supresión de aforados y comisión de investigación de la financiación B– están inéditos. Y así seguirán por lo que respecta al PP, que cuando se ha visto con la sartén por el mango –es decir, en La Moncloa– ha obviado los compromisos adquiridos para llegar al Gobierno. «No se pueden llamar a engaño, ya les dijimos en su momento que algunas de las propuestas del documento tenían difícil encaje constitucional, como la limitación de mandatos y la supresión de los aforados», responden los dirigentes del PP.

Después de una semana escuchando mañana, tarde y noche en radios, televisiones y redes sociales que Ciudadanos se estaba dejando humillar por el PP y que era un partido inútil, Albert Rivera ha acabado por explotar. Por primera vez desde la investidura, ha vuelto a golpear a Rajoy con la corrupción de forma directa y clara. Con el tono de «hasta aquí hemos llegado». La decisión de Rajoy de sostener al investigado-imputado presidente de Murcia ha sido el detonante, aunque el problema es más de fondo.

PP y Ciudadanos están condenados al choque permanente. Cada uno de ellos tiene sus propias razones de lógica política y electoral. El PP no necesita a Ciudadanos sino al PSOE para gobernar. Y Ciudadanos necesita existir en el Parlamento para que los votantes no se olviden de él. Hasta ahora, la formación naranja no ha sacado ningún rédito a su colaboración con el PP. Por contra, sus dirigentes arrastran en el Congreso la sombra de que Rajoy se burla de ellos y les ningunea porque cuando tiene que aprobar algo serio lo hace con el PSOE.

Ambos socios han hecho de la dimisión del presidente de Murcia casi una cuestión de honor. Para Rivera, es la piedra de toque de su papel en la política española. La razón de su propia existencia como partido. Para el PP es el trofeo que no se puede conceder sólo para que Ciudadanos saque pecho de su influencia política.

Ésta es la explicación que fuentes de la dirección del PP ofrecen para entender el desencuentro. «Ciudadanos no crece, ya no es tan atractivo ni sorprendente. Su relato está agotado. Su congreso no les salió bien, con una participación muy baja y una definición ideológica confusa. Siente el frío de una fuerza parlamentaria que no encuentra su utilidad. Su propia gente les está presionando y está pagando el coste de su apoyo parlamentario al PP».

De acuerdo con esta interpretación, «Ciudadanos había previsto que esta legislatura era de dos agentes políticos: ellos y el PP. Pero los auténticos protagonistas están siendo PP y PSOE. Se dan cuenta de que ellos no tocan bola». El último acuerdo PP-PSOE ha sido el reparto de los vocales del Tribunal Constitucional, al margen del resto de las fuerzas políticas. Hay que apuntar aquí que Mariano Rajoy ha encontrado en el presidente de la Gestora, Javier Fernández, a un político con el que se entiende mucho mejor que con Rivera, a pesar de las discrepancias ideológicas.

La dirección popular advierte que «Ciudadanos necesita ganar alguna batalla porque la guerra no la puede ganar. Y la batalla más sencilla es cobrarse la cabeza del presidente de Murcia. La dimisión del presidente autonómico sería un trofeo y precisamente por eso le vamos a mantener. El precedente de la injusticia cometida con Rita pesa mucho. No vamos a dejarle caer porque lo pida Ciudadanos. Si la Justicia confirma la imputación entonces ya veremos».

Existe aún otra razón para entender el cambio de estrategia de Ciudadanos. Y es la incógnita de cuánto durará la legislatura. Los plazos legales permiten a Rajoy convocar elecciones a partir del mes de mayo. La posibilidad de que Pedro Sánchez gane las primarias del PSOE abriría el escenario de un adelanto electoral. Y Ciudadanos tiene que volver a marcar su territorio si no quiere verse devorado.

LUCÍA MÉNDEZ – EL MUNDO – 05/03/17