Prisión para uno de los agresores más «activos» en el bar de Alsasua

ABC 17/11/16

· Siete de los supuestos atacantes, en la cárcel por delitos de odio, lesiones y terrorismo

Adur Ramírez, uno de los promotores de la campaña hostil contra la Guardia Civil en Alsasua (Navarra), acompañó ayer a los seis encarcelados el lunes por agredir a dos guardias civiles y sus parejas, al ser enviado a prisión por delitos de lesiones, atentado, odio y terrorismo, tras ser interrogado por la juez. La magistrada Carmen Lamela justificó la medida preventiva porque, ante la gravedad de los delitos que le imputa, existe riesgo de que se fugue, sobre todo considerando «el evidente apoyo» de sus familiares y del movimiento abertzale Ospa en el que milita, que podrían facilitar su huida.

Los dos guardias civiles agredidos y sus parejas identificaron ayer a Ramírez como «una de las personas más activas que les golpeó con puñetazos y patadas» en el ataque que tuvo lugar el 15 de octubre en el bar Koxka de Alsasua, tras una jornada de fiestas. Una de las parejas de los agentes señaló que el recién encarcelado golpeó «en la cabeza» al sargento cuando se encontraba en el suelo, a la salida del bar. Las cuatro víctimas, que ayer realizaron una rueda de reconocimiento y prestaron declaración como testigos, le identificaron «de forma precisa y coincidente», afirma la juez en el auto.

El teniente de la Guardia Civil, al que los agresores rompieron el tobillo, expresó que Ramírez «le golpeó en la puerta del bar, pegándole puñetazos a él y a alguien más». Este supuesto agresor es considerado por los investigadores como uno de los promotores del movimiento Ospa, que desarrolla actos de intimidación contra la Guardia Civil en Alsasua para reclamar su expulsión, junto con el también encarcelado Jokin Unamuno.

La Guardia Civil encuadra la agresión dentro de la atmósfera promovida por dicho movimiento, conocido como «Fuera de Aquí», que fue alentado en sus inicios en 1998 por ETA. La Fiscalía de la Audiencia Nacional y la juez aprecian que el ataque puede ser un acto terrorista porque buscaba «atemorizar a colectivos que no comparten sus ideas, generando una grave alteración para la paz pública».

Otro implicado, Aritz Urdangarín, quedó libre ayer tras concluir la juez que tuvo «menor participación en la materialización de los golpes». A la salida del tribunal, cuando ya oscurecía, unos cuarenta allegados (la mayoría muy jóvenes) le aplaudieron y abrazaron. Tendrá que entregar el pasaporte, no podrá salir de España y deberá comparecer dos veces a la semana.

El diputado de Bildu Oskar Matute calificó la agresión de «trifulca de bar» y denunció que «en ningún lugar del mundo» sería vista como terrorismo.