Puigdemont no confía en los consejeros del PDECat

ABC – 02/07/17

· Estos se quejan de que el president no les cuenta ningún detalle sobre el referendo.

· El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no confía en los consejeros de su partido, el PDECat, la antigua Convergència. A su vez, estos consejeros se quejan en privado de que el president no les cuenta ningún detalle de los preparativos del referendo previsto para el 1 de octubre.

Convergència nunca fue partidaria del choque con el Estado, sino de tensar la cuerda para obtener contrapartidas. El proceso de autocombustión que fue sufriendo Mas a medida que iba fracasando en las urnas, radicalizándose primero a merced de Esquerra y luego de la CUP no tanto para lograr la independencia como para mantenerse en el poder, fue algo tan contradictorio con la tradición de CiU que acabó rompiéndola: primero la federación entre Convergència y Unió y luego a la propia Convergència, que técnicamente ya no existe.

En este sentido, consejeros tan fundamentales para la organización del referendo como el de Interior, Jordi Jané, Gobernación, Meritxell Borràs, y Enseñanza, Meritxell Ruiz, son de la vieja guardia del partido, y más allá de su sentimentalismo no están dispuestos a jugarse su patrimonio personal por una independencia que no sólo saben que no conseguirán sino que además nunca fue su objetivo.

Aspiraciones

Con la única excepción, y sólo a medias, de la consejera de la Presidencia, Neus Munté, lo único a lo que aspiran los consejeros del PDECat es a que Junqueras quede inhabilitado y el poder convergente no desaparezca del todo en las próximas elecciones, que no tienen ninguna duda de que serán autonómicas. Uno de los consejeros añora los tiempos en que CiU tenía una interlocución positiva con Madrid, porque ahora, «con un poco de ayuda del PP podríamos cargarnos a Junqueras y el “procés” de una sola vez».

Puigdemont confía «ideológicamente» en Esquerra, aunque sabe que los republicanos, además de la independencia, quieren acabar de arrasar con lo que queda de Convergència, y sabe también que Junqueras especulará todo lo que pueda para que no le inhabiliten e intentará evitar firmar documentos que le comprometan: por eso los consejeros del PDECat, que lo saben, le acusan de cínico y de no comprometerse, por ver si le fuerzan a dar el paso en falso que acabe con su carrera política.

Cercano a la CUP

Por lo que respecta a la CUP, aunque Puigdemont se siente cerca de su modo de actuar, especialmente en este tramo final del desafío, sabe que confiar en ellos es como jugar a la ruleta rusa y con sólo una carga del revólver vacía.

Por miedo a parecer traidores o por falta de coraje político es más que probable que el amplio sector que dentro del propio independentismo rechaza el conflicto abierto con el Estado no pueda frenar a Puigdemont y toda Cataluña se vea envuelta en un 6 de octubre –fecha en la que Companys declaró el Estado catalán– incluso más folklórico que el de 1934 y que al presidente Rajoy le baste con esperar a que acabe el espectáculo para en silencio subrayar la profunda decadencia –y quién sabe si la demolición– del catalanismo político tal como hasta ahora lo hemos conocido.

ABC – 02/07/17