Puigdemont no logra sumar a Colau a su consulta unilateral

ABC 02/02/17

· El Pacto por el Referéndum evita hablar de fechas y de unilateralidad

Acuerdo en el objetivo último, el referéndum; discrepancia en todo lo demás. En plena escalada de tensión entre la Generalitat y el Gobierno, ayer se celebró la segunda reunión del llamado Pacto Nacional por el Referéndum, foro donde se volvió a hacer evidente la profunda distancia que separa a sus principales protagonistas: a un lado, los partidos independentistas, partidarios de la unilateralidad, y que ya especulan incluso con la posibilidad de adelantar la fecha de la consulta; en el otro lado, la alcaldesa de Barcelona y el movimiento de los «comunes», partidarios de la celebración del referéndum pero siempre que sea «acordado, reconocido internacionalmente y efectivo». La coletilla «legal» que antes ponía como condición ya no lo es tal. Lo que sí dejó claro Colau con todas esas condiciones es que el referénum «no se puede supeditar a un calendario».

Reunión con Rajoy
Con esta base de acuerdo, pero sobre todo de profunda discrepancia, a lo mucho que llegaron los integrantes del pacto fue a aprobar un documento de mínimos, en el que precisamente se insiste en la pretensión de que la consulta que se celebre sea «legal», algo que, empleando terminología propia del secesionismo, ya es una «pantalla pasada». Un concepto como el de la «unilateralidad», ya asumido plenamente por JpS, por no hablar de la CUP, ni se menciona.

En cualquier caso, y mientras que la Generalitat daba ya ayer por finiquitada la «operación diálogo» del Gobierno, el portavoz ejecutivo del Pacto por el Referéndum, el exsocialista

Joan Ignasi Elena, confirmaba que se harán campañas explicativas en Europa y el resto de España, y que solicitarán una entrevista con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

En otra pantalla
En este contexto, los integrantes del pacto practicaron de nuevo el ya habitual juego de las apariencias en la política catalana. Desde ERC, por ejemplo, la dirigente Anna Simó daba por bueno lo suscrito en el pacto, ya que,

dijo, no van a ser ellos quienes «enmienden la plana» de la vía del referéndum acordado. No creen en él, pero la foto con Ada Colau paga el precio.

Asumiendo en parte que su imagen estaba siendo utilizada para una imagen de unidad ficticia, y casi como una premonición de lo que después dijo Anna Simó, la alcaldesa Colau advirtió de que todos los integrantes del pacto debían tomarse en serio la pretensión de que la consulta fuese «pactada». En JpS están en otra pantalla.