Rivera concentra en su nucleo catalán el poder de decisión de C’s

EL MUNDO 24/01/17

· Villegas y Arrimadas ganan peso político y serán miembros del nuevo comite permanente

Para el viaje político que Ciudadanos emprende con su Asamblea General, el primer fin de semana de febrero, Albert Rivera ha optado por viejos compañeros para compartir coche. El presidente de Ciudadanos –que opta a la reelección– ha diseñado una nueva Ejecutiva de 37 miembros, los 23 que ya estaban más 14 caras nuevas. Sin embargo, Rivera propone la creación de un Comité Permanente que lleve el día a día del partido, que tome las decisiones políticas y estratégicas. Y la mayoría de las 13 personas que ha elegido para formar parte de él son de su núcleo de confianza catalán, aquellos que lo han acompañado en el salto de Cataluña a Madrid, de partido autonómico a nacional: José Manuel Villegas, Inés Arrimadas, José María Espejo, Juan Carlos Girauta, Fran Hervías, Fernando de Páramo o Carlos Cuadrado, junto al propio Rivera, integrarán esta suerte de Ejecutiva de acción rápida.

Junto a ellos estará otro catalán, Toni Roldán, cuya incorporación al partido es más reciente. También los madrileños Begoña Villacís y Miguel Gutiérrez, la gallega Marta Rivera y la canaria Melisa Rodríguez.

El Comité Permanente –creado a semejanza del que tiene el PSOE– será el órgano de gestión y coordinación de las actividades ordinarias del partido. Además, adoptará las decisiones de carácter urgente que sean necesarias para el buen funcionamiento del partido o de sus grupos institucionales, entre otras cosas.

Esta decisión de concentrar el poder en su núcleo catalán supone ratificar la estrategia y el posicionamiento del partido en los últimos años. Pese a las críticas internas de algunos sectores de la militancia ante la estrategia de C’s, las vicisitudes orgánicas o la modulación del mensaje en Cataluña, Rivera apuesta por mandar un mensaje claro reforzando el trabajo de los responsables de estos asuntos.

El líder de la formación naranja–ahora en funciones– presentó ayer en Madrid, en la sede oficial, a su equipo. Cuestionado sobre la escasa renovación en la mesa de poder real y de decisión del partido, justificó: «Cada uno puede presentar el equipo que crea conveniente». Además, aprovechó para ejercer una defensa al contraataque contra aquellos sectores que ponen en cuestión su desempeño: «No reniego del trabajo hecho desde que éramos una plataforma, pero hay que seguir creciendo. Si otro quiere hacer otro equipo o trabajo, que presente una candidatura como lo hemos hecho nosotros y debatiremos qué experiencia tienen para dirigir o en qué parlamentos están», fue el desafío lanzado por Rivera.

Aunque su reelección como presidente se da por descontada, un afiliado de la agrupación de Las Rozas (Madrid), Juan Carlos Bermejo, ha mostrado su intención de presentar una candidatura con un equipo en torno a la veintena –es obligado presentar una Ejecutiva de entre 20 y 40 miembros– y la intención de darse a conocer a través de un próximo acto público.

El equipo de Rivera tiene dos máximos exponentes. Inés Arrimadas será la nueva portavoz nacional, consolidándose como el rostro político más potente tras Rivera. Además, en un momento donde se ha especulado sobre posibles tensiones en la relación política entre Rivera y Arrimadas fruto del mensaje en Cataluña, el presidente naranja respalda el trabajo de la líder en esta comunidad.

Villegas, por su parte, será el secretario general. La mano derecha de Rivera será, por tanto, quien decida y supervise la acción política, parlamentaria y estratégica. Quienes rodean a Rivera cuentan que cuando el presidente de Ciudadanos tiene una duda importante o no sabe por qué opción decantarse, el teléfono que marca es el de Villegas para apostar por una decisión final.

Rivera aprovechó su comparecencia para decir que pocas horas antes había alcanzado un acuerdo con el Gobierno para reforzar la independencia y la competencia de los órganos reguladores financieros y mejorar la protección de los consumidores en ese mercado. Afectaría a la CNMV, el Banco de España y la CNMC –esta última se desdoblaría en dos órganos–. En esencia, el consenso es que una comisión de expertos independientes proponga a sus presidentes. El Gobierno no se pronunció ayer al respecto.