Rivera frena en seco el plan de Sánchez para crear un frente anti-PP

EL PAÍS 21/06/17

· El líder de Ciudadanos apuesta por impulsar reformas y agotar la legislatura

Pedro Sánchez telefoneará este miércoles a Pablo Iglesias y a Albert Rivera para ofrecerles formar una “mesa por el cambio” con la que unir al PSOE, a Podemos y a Ciudadanos frente al Gobierno del PP. Sin embargo, Rivera mostró ayer su rechazo a una posible moción de censura, anunció que solo negociará reformas concretas y afeó al líder socialista que intente compensar su ausencia del Congreso —no es diputado— convocando reuniones. “Parece que esté en 2016. Que nos deje trabajar”, dijo, convencido de la necesidad de agotar la legislatura.

Sánchez propuso ayer a Iglesias y Rivera que la próxima semana se unan en “una mesa por el cambio” que estudie como primera medida un “rescate a la gente joven”. “Pregunto a los lideres de Podemos y Ciudadanos cuántos metros podemos avanzar juntos”, apuntó el secretario general de los socialistas. “¿Cinco, diez, 100 metros? ¿Podemos llegar a La Moncloa juntos?”, requirió durante su primera reunión con los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas tras el 39º Congreso del PSOE. “Lo importante es que empecemos a caminar, el camino se hace andando”.

Sánchez apuesta por articular un mecanismo de coordinación en la Cámara baja que permita crear un frente anti PP para desplazar a Mariano Rajoy del poder. Como primer paso, el secretario general de los socialistas eligió ayer una cuestión —el futuro de los jóvenes— que afecta directamente al grueso del electorado de Podemos y Ciudadanos. Rivera, sin embargo, frenó en seco la posibilidad de que su partido se alíe con el PSOE y con Podemos y limitó el alcance de un posible diálogo a negociar reformas como la de la ley electoral, la limitación de los mandatos presidenciales o el final de los aforamientos.

“No entraré en el bucle”
“No voy a entrar en el bucle de Pedro Sánchez”, dijo Rivera, sorprendido porque el socialista insista en unir a Podemos y a Ciudadanos tras fracasar con esa estrategia en su primer intento de llegar a La Moncloa. “Le escuchas hablar y parece que está en 2016”, siguió el presidente de Ciudadanos durante la reunión de su grupo parlamentario. “No es diputado. Nosotros, sí. Le pedimos que nos deje trabajar”, añadió. “El no es no ya pasó. Ahora es el a las reformas, el a los españoles y el a la legislatura”, insistió. Y subrayó: “Algunos han renunciado a su escaño y no pueden trabajar en el Parlamento. No es nuestra culpa. El movimiento se demuestra andando, no con el puño en alto. Queremos ganarle al PP las siguientes elecciones, pero mientras hay que hacer reformas”.

Sánchez dimitió como diputado en octubre de 2016, con lo que no tuvo que elegir entre favorecer la investidura de Rajoy con una abstención o romper la disciplina de voto de su partido. La dirección de Ciudadanos considera que el secretario general de los socialistas intenta compensar su ausencia del Congreso convocando reuniones que le permitan tener un papel protagonista. Rivera se mostró ayer dispuesto a acudir a cualquier cita, pero no decidirá sobre la que propone Sánchez hasta que reciba una solicitud formal.

“Le proponemos a Sánchez hablar de aforamientos, limitación de mandatos y ley electoral”, dijo José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, en conversación con EL PAÍS. “Podemos explicarle el complemento salarial para jóvenes”, añadió, empleando el último acuerdo alcanzado por el PP y Ciudadanos —una ayuda a nuevas contrataciones de 430 euros durante un máximo de 18 mensualidades que beneficiará a 600.000 trabajadores— para contestar a la oferta del PSOE de negociar medidas de “rescate a los jóvenes”.

Sánchez y Rivera, que firmaron un acuerdo de gobierno en febrero de 2016, se han distanciado desde que el líder socialista no logró la presidencia. Sánchez critica a Rivera por favorecer la investidura de Rajoy. Y Rivera afea a Sánchez lo que considera una “podemización” del PSOE. Los antiguos aliados son hoy rivales. Les separa la ideología y también la estrategia: Sánchez quiere articular una mayoría alternativa para desplazar cuanto antes al PP del poder, mientras que Rivera quiere agotar la legislatura para asentar su proyecto político.

Iglesias tampoco ve recorrido a la iniciativa
Podemos recibe con escepticismo la oferta de Pedro Sánchez para coordinar su labor de oposición parlamentaria al PP junto con Ciudadanos. El partido de Pablo Iglesias no se cierra a participar en reuniones con Ciudadanos —aunque el líder de Podemos quiere mantener un primer encuentro a solas con el del PSOE, y hacerlo de forma “frecuente”— pero contesta a Sánchez que, por muchas iniciativas parlamentarias que consensúen, el Gobierno podrá vetarlas y dejarlas sin efecto. Como la pretensión de una propuesta para un plan de rescate juvenil. “El Gobierno del PP se caracteriza por tomarse bastante a la ligera las decisiones del Legislativo. Mientras el PP siga estando al frente del Ejecutivo va a ser muy difícil que esas políticas lleguen a aplicarse”, le recordó ayer al líder del PSOE la portavoz parlamentaria de Podemos, Irene Montero.

Podemos está a la expectativa con el PSOE de Pedro Sánchez y, a diferencia de Ciudadanos, mantiene todavía un tono conciliador con el líder socialista. Ahora bien, el partido quiere “hechos” y espera que el PSOE demuestre su giro votando en contra del CETA (acuerdo de comercio con Canadá) y del techo de gasto.