HERMANN TERTSCH-ABC

La lista de consejeros de RTVE es un acto hostil sin precedentes a la Casa Real

Espero que sea cierto que hay indignación en la Casa Real con lo que acaba de suceder con RTVE. Me tranquiliza ese enfado porque revelaría que el Rey y su entorno son conscientes de que le acaban de declarar la guerra. Que el Gobierno de la Nación imponga en el Parlamento una lista de consejeros para el Ente Público RTVE que son enemigos declarados del Rey, de la Monarquía y del orden constitucional, es un acto de brutal hostilidad hacia la Corona. No hay otra forma de interpretar una composición tan homogénea en la fobia antimonárquica. Consejeros como Rosa María Artal o Cristina Fallarás no solo llaman la atención por ser profesional e intelectualmente puro desecho de tienta del peor rincón de la agitación ultraizquierdista mediática. Sin más trayectoria que las hiperventilaciones televisivas de odio, descalificación e insultos a media España y por supuesto a la monarquía española. Otros consejeros profesionales menos cuestionables como Victor Sampedro o Juan José Baños, son igual de hostiles a la monarquía y al orden constitucional.

Sánchez quizás crea que podrá controlar hasta 2020 a todas las fuerzas enemigas del sistema que coloca en puestos claves de poder para pagar facturas por su apoyo pasado y comprar tiempo futuro en La Moncloa. Pero se engaña. Lo que hará es otorgar concesión tras concesión, mientras sin cesar le caen encima amenazas, condiciones y exigencias desde todos los siniestros y tenebrosos rincones donde compró su poder torticero. Sánchez no va a poder regular esta guerra política que permite contra el Rey, contra la transición y contra la Constitución y la unidad nacional y contra todos los españoles que no se identifican con ese nuevo Frente Popular de socialistas, comunistas y fuerzas separatistas que se forjó en la moción de censura. Que tuvo éxito gracias a una imprescindible y lamentable ayuda del presidente del gobierno que era derrocado. Al que muchos españoles no perdonarán que respondiera a tanta confianza con una conducta final que ha dejado a España a los pies de unos caballos furiosamente antiespañoles que intenta cabalgar un jinete que no sabe montar.

La moción de censura hizo posible una constelación maldita en la que los intereses de todos los enemigos de la Constitución y de la monarquía han logrado un perfecto cauce de desarrollo común con el gobierno débil de un presidente insuficiente. Sánchez no dejará de boquear mientras dure esta pesadilla de legislatura. Y para mantenerse a flote se verán todas las semanas, cuando no todos los días, pruebas de cómo las fuerzas enemigas del orden constitucional devoran, bocado a bocado, las instituciones y la capacidad de respuesta de los órganos de autodefensa del Estado del Reino de España. Los golpistas presos ya son custodiados por otros golpistas. Los Mozos de Escuadra que, en su mayoría parte activa del golpe, piden al ministro del Interior armas largas. El presidente de la Generalidad, que ha ofendido gravemente al Rey y a todos los españoles con la inaudita impertinencia de «romper relaciones» con el monarca, será recibido con todos los honores y sin condiciones en La Moncloa. En tácito visto bueno del presidente del Gobierno de la afrenta de Torra a Felipe VI. Mientras multiplican las operaciones de deslegitimación de la transición, sea con el Valle de los Caídos, con el Ducado de Franco, con policías franquistas o la corrupción. Con la pesadilla de la televisión guerracivilista y frentepopulista también en RTVE, a todas horas en todos los canales, dan otro paso en la hoja de ruta revanchista en la que los defensores de la verdad histórica y la unidad de España son el objetivo a batir, el Rey el primero.