Sánchez provoca el desplome del PSOE

ABC 09/09/16
EDITORIAL

· El fracaso del PSOE en el País Vasco y Galicia debería provocar una implosión definitiva contra Pedro Sánchez porque ya no tendrá un solo argumento para justificar tanta catástrofe

LOS resultados del sondeo del CIS sobre las elecciones vascas y gallegas arrojan una triple conclusión: un batacazo monumental del PSOE, abocado prácticamente a ser tercera fuerza en Galicia y a reducir a la mitad sus 16 escaños en el Parlamento de Vitoria; la reafirmación de la mayoría absoluta de Núñez Feijóo en Galicia mientras el PP mantiene el tipo en el País Vasco; y la exigencia que tendrá el PNV de pactar con PP o PSOE el nuevo Gobierno vasco para impedir una coalición entre Bildu y Podemos. Desde esta perspectiva, estos dos procesos electorales adquieren una inusitada relevancia porque sus resultados condicionarán la formación de un Gobierno para España o asfaltarán definitivamente el camino hacia nuevos comicios generales. El PSOE tiene motivos para estar más que preocupado. El CIS le augura un escenario dramático porque la posibilidad de ser superado por la Marea populista de extrema izquierda en el Parlamento de Santiago está muy cercana. El riesgo de un desplome socialista es evidente porque sigue siendo incapaz de ofrecer una respuesta coherente e ilusionante al votante de la izquierda. Sánchez y su candidato, un desconocido designado a última hora en medio de una virulenta batalla interna en el PSdeG, no encarnan una alternativa creíble. A tenor del CIS, es evidente que los socialistas no pueden haber errado más en su estrategia de regalar ayuntamientos a Podemos, porque solo han conseguido debilitarse en toda España. Hace tiempo que renunciaron a un socialismo constructivo con un discurso coherente sobre el modelo de Estado, con perfil institucional solvente y con capacidad de distinguirse de la extrema izquierda. Por eso paga en las urnas la factura de sus muchos errores.

En cambio, la encuesta da oxígeno para el PP en Galicia y le abre la puerta a convertirse en un apoyo sustancial para que Íñigo Urkullu revalide su investidura en el País Vasco. Es cierto que el PNV puede optar antes por recabar apoyos del PSE, y este brindárselos para maquillar su catástrofe. Pero los resultados en el País Vasco y Galicia pueden ser la palanca que accione la constitución de un gobierno en minoría del PP. Y si resultan como prevé el CIS, también deberán ser la causa que esgriman los críticos con Sánchez para provocar una implosión definitiva en el PSOE porque ya carecerá de argumentos para justificar el fracaso. De no corregir su deriva, el PSOE solo podrá esperar su hundimiento. A su vez, el CIS condena a Ciudadanos a la irrelevancia y a ofrecer una imagen de estancamiento. Su perfil de partido beligerante con el nacionalismo o de formación alternativa al PP no funciona en el País Vasco o Galicia y, de algún modo, debilitará la imagen de Rivera y alentará la sensación de que Ciudadanos ha tocado techo en España.