Susana Díaz no empieza con buen pie: Cataluña se le cruza en la precampaña

EL CONFIDENCIAL 30/03/17

· La andaluza necesita tejer complicidades con el PSC, pero su papel como presidenta de Andalucía complica su discurso ante el desafío secesionista

La lluvia de 4.200 millones de Mariano Rajoy para calmar a Cataluña deja en la cuneta la inversión del corredor mediterráneo, una de las grandes exigencias de Susana Díaz en materia de infraestructuras. La Junta de Andalucía salió inmediatamente a pedir, con un tono muy conciliador, que el Gobierno no se olvide del resto de comunidades, pero la presidenta tiene complicado su papel.

Si sale a defender las inversiones para Andalucía, como ha hecho hasta ahora, se debilita en Cataluña, un territorio clave para las primarias donde prepara un capítulo especial de su campaña socialista. Es quizá la primera prueba para su compatibilidad como presidenta y secretaria general del PSOE. Desde su equipo, insisten en comunicar que no hay ningún problema ni contradicción, pero va a ser difícil casar todos los discursos. Descuentan además que ni PP ni Podemos en Andalucía pueden cargar contra ella por este asunto sin entrar en sus propias contradicciones.

Pedro Sánchez anunció que tendrá un gran acto en Barcelona el 22 de abril. Susana Díaz quiere algo similar y tiene a un grupo del PSC, con el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, a la cabeza, trabajando para ella. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, con quien se vio discretamente días atrás en Madrid, garantizó a la andaluza un papel neutral en las primarias, pero este periódico ya avanzó que hay más de 500 militantes trabajando activamente en Cataluña y recogiendo avales para el ex secretario general. Cataluña es para Díaz lo que Andalucía para Sánchez, la llave para desestabilizar de forma definitiva al adversario político.

Un gesto importante
Los socialistas afines a Díaz aseguran que el tono con el que el PSC ha respondido al anuncio de Rajoy es “moderado” y que Susana Díaz se mantendrá en las mismas posiciones. Insisten en celebrar como “un gesto político importante y de normalidad” la visita del presidente del Gobierno a Barcelona, pero añaden, para salvar el discurso andaluz, que el desafío secesionista no se resuelve a golpe de talonario. “No es una cuestión de dinero, y además las inversiones son de todos, cuidado, porque ese dinero es de todos los españoles”, defendió alguien muy próximo a Díaz preguntado sobre este asunto.

No es el primer traspiés de la presidenta andaluza con el tema ferroviario. Antes de presentar su candidatura, Susana Díaz firmó con Javier Lambán un acuerdo por el corredor central Madrid-Zaragoza-Tarragona. Meses atrás, había firmado un documento muy similar por el corredor mediterráneo, que siempre ha sido la gran apuesta andaluza, con el presidente Ximo Puig. Por mucho que desde el Gobierno andaluz se defienda que ambos no son incompatibles, lo cierto es que las inversiones son limitadas y es importante fijar prioridades.

Tensiones en campaña
En la última campaña de las generales, en junio, Susana Díaz ya no pisó Cataluña, y en la anterior, de diciembre, su discurso contra los privilegios fue muy criticado y generó muchas tensiones con el PSC. Los periódicos catalanes recogían las andanadas de Díaz contra Cataluña, con mensajes que atacaban a Podemos pero que a la vez remarcaban la imagen ‘españolista’ que tiene en un sector de su partido. “Que tenga claro que los votos de los andaluces no les van a servir para pagar los privilegios de Ada Colau ni los desvaríos de los independentistas con los que él está comprometido”, espetó en campaña electoral Díaz a Pablo Iglesias. Fue uno de muchos mensajes que tensaron las relaciones con el PSC de Iceta y que tuvieron su punto álgido con la vía canadiense que los socialistas catalanes llegaron a abrazar. También recriminó con dureza a Podemos su propuesta de una hacienda catalana, que tildó de intento de “trocear la riqueza de España”. A cada llamada de la presidenta andaluza contra los privilegios, Iceta alertaba del peligro de enfrentar territorios.

Desde el equipo de Susana Díaz insisten en que su discurso sobre Cataluña es claro y está sobre la mesa. En su presentación en Madrid el pasado domingo, se vio la complicidad con el alcalde de Cornellá, que la antecedió en la palabra y fue uno de los designados por el PSC para negociar con la gestora las nuevas relaciones tras las tensiones por la abstención al PP. Ese gesto fue muy subrayado por los susanistas. La dirigente andaluza dedicó además buena parte de su intervención a subrayar la hermandad con el PSC y a defender que con su liderazgo político no habrá fractura norte-sur en el partido. Un día más tarde, en una entrevista en Telecinco, asumió como suya la propuesta de la ponencia política de resucitar el PSC y, en un tono similar al del PP, pidió la complicidad de los socialistas catalanes para buscar diálogo y soluciones al desafío secesionista.

Tras las tensiones de las campañas electorales, que elevaron el grado de rechazo a Susana Díaz en Cataluña, la presidenta se dispuso a recuperar terreno en el PSC y programó varias visitas con el pretexto de que esta comunidad es ‘la novena provincia’ andaluza. En las primarias catalanas, trató de cerrar una alianza con la alcaldesa Núria Parlon, pero Iceta le ganó la partida. La tensión se disparó con Pedro Sánchez cuando una parte del partido, con los barones al frente, lo acusaron de haber tratado de negociar con los independentistas, con mediación de Iceta, para llegar al Gobierno. Todo esto quedó supuestamente atrás con el último acuerdo cerrado entre la gestora y el PSC, que depurará el censo catalán y permitirá votar a todos los militantes sin cortapisas tras semanas de tensión en las que el PSOE llegó a declarar una “ruptura unilateral” de las relaciones.

Susana Díaz modulará su mensaje como muro de contención frente a los privilegios y defenderá la necesidad de tener gestos con Cataluña

Susana Díaz trabaja intensamente en tejer alianzas internas para ganar las primarias y tiene en Cataluña un terreno marcado como prioritario. Por eso todo lo que diga en clave catalana es muy importante, y una parte del PSOE andaluz admite que deberá dejar atrás el tono clásico del socialismo andaluz, que lleva años erigiéndose en “muro de contención de privilegios”. Con ese discurso se presentó Susana Díaz como presidenta de Andalucía en Madrid, se entrevistó con Artur Mas cuando este estaba en la Generalitat o se ha entrevistado con Rajoy. La oposición en Andalucía, con PP y Podemos con el colmillo afilado, va a tratar de acorralarla en su doble papel como candidata y presidenta de la Junta. Ambos partidos piden su retirada. Ciudadanos modula su mensaje según el día.