¿Tiene futuro el nacionalismo?

LUIS R. AIZPEOLEA – EL PAIS – 13/06/16

· La globalización y el fin del terrorismo de ETA marcan la adaptación al siglo XXI del independentismo del XX.

La actitud excluyente de numerosos Estados nacionales europeos ante la recesión y la crisis de los refugiados; el auge del populismo en Europa; el reto secesionista catalán, tras el desafío vasco en la década anterior, unido al terrorismo de ETA, que esgrimió la autodeterminación como justificación de sus asesinatos, han desprestigiado al nacionalismo, al que se vincula con grandes matanzas del siglo XX. Mario Vargas Llosa señalaba hace un año en Barcelona: “El nacionalismo es la forma más perniciosa del populismo”. Y añadía: “Entraña una violencia potencial”.

Sin embargo, la descalificación generalizada del nacionalismo encuentra algunos rechazos. Juanjo Álvarez, catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad del País Vasco (UPV); Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política y Social, director de Gobernanza Democrática y candidato de Geroa Bai; e Iñaki Goikoetxeta, responsable de relaciones exteriores del PNV, consideran que “hay varios nacionalismos”.

Los tres señalan que es verdad que por la patria se han hecho barbaridades, pero que su nacionalismo no se identifica con la xenofobia ni con el exclusivismo ni con el populismo ni con las matanzas del siglo XX. “No concebimos la nación vasca contra España ni contra nadie. No nos desentendemos de España ni de Europa” coinciden los tres expertos que asesoran al lehendakari Iñigo Urkullu en la renovación del nacionalismo vasco.

Goikoetxeta defiende un nacionalismo moderno que “salvaguarda la cultura, la lengua y un patrimonio histórico que es europeo, unas competencias económicas para contribuir al todo y que nada tiene que ver con el populismo etnicista del Frente Nacional en Francia”.

Álvarez aboga por “un nacionalismo cívico que antepone la persona a la ideología, respeta la singularidad y se desarrolla en una realidad estatal; con una visión europea del mundo en la que la nación vasca ocupa su lugar en el Estado español” a la par que reivindica la historia democrática y europeísta del PNV y su rechazo a la violencia. “Cualquier nacionalismo sin respeto a los derechos humanos es puro fascismo”, cita al nacionalista Manuel Irujo, ministro de Justicia durante la Guerra Civil. Considera que ha fracasado en Euskadi un nacionalismo “basado en la acción-reacción, en la búsqueda de un enemigo exterior, en el agravio; no ha prendido ni en la sociedad vasca ni en sus dirigentes políticos”.

Los tres desvinculan nacionalismo e independencia en el mundo globalizado. Admiten que no son independentistas y que esta no tiene sentido en el mundo del G-7, del G-20. “¿Son España o Portugal independientes de Europa cuando los Estados nacionales han perdido competencias como la moneda y los ejércitos? Vivimos en un mundo federalizado. Somos un país pequeño dentro de España. Queremos que el Estado respete nuestro autogobierno y reconozca la pluralidad de naciones”, señalan Goikoetxeta y Álvarez.

“No demandamos independencia sino bilateralidad”, concluyen. No les sorprende la caída del independentismo con la globalización. “Hubo un tiempo en que el nacionalismo estaba acomplejado con Batasuna por su defensa de la autodeterminación”.

Rechazan que el nuevo modelo sea coyuntural. “Ha venido para quedarse porque la globalización ha cambiado la sociedad”. Su modelo es “solidario” y Baviera una referencia posible. “Nuestro modelo no es el étnico de Kosovo. Es abierto e integrador”, señalan.

LUIS R. AIZPEOLEA – EL PAIS – 13/06/16