Trump lanza su primer ‘asalto’ contra el mundo

EL MUNDO 12/01/17

· El presidente electo arremete contra la prensa, China y México en su primera comparecencia en seis meses Admite que Rusia hackeó las elecciones de EEUU

Donald Trump reafirmó ayer los pilares de su línea política, que se resumen en una palabra: No. No va a poner sus intereses empresariales en lo que se llama un fideicomiso ciego, es decir, en manos de un gestor totalmente independiente. No va vender sus activos. No ha tenido ninguna relación con el Gobierno ruso que permita a Vladimir Putin chantajearle, como declara un informe elaborado por una empresa privada al que los servicios de espionaje de EEUU conceden la máxima credibilidad, cuya autenticidad está investigando el FBI y al que él mismo tachó de «basura». No va a publicar su declaración del IRPF –lo que despejaría los rumores sobre sus conexiones con Putin– porque «eso es algo que sólo os interesa a vosotros», como dijo en referencia a los periodistas. Va a derogar el Obamacare, aunque no desveló cómo lo va a sustituir. Y no va a abandonar el proyecto del muro fronterizo con México.

En lo único en lo que Trump cedió, pero sólo un poco, fue en admitir que Rusia entró en los servidores del Comité Nacional Demócrata para sustraer información dañina para la candidata demócrata, Hillary Clinton. «En lo que respecta al hackeo, pienso que fue Rusia», dijo. Pero, a continuación, matizó sus palabras. «A EEUU lo hackea todo el mundo. Eso incluye a China y Rusia y a todo el mundo», dijo Trump, en un nuevo ejemplo de su tendencia a hablar de China –un país que, al igual que México y Japón «nos estafa» y con el que prometió revisar los acuerdos— cuando se le pregunta por Moscú.

Esa retórica del No se complementa con otra pata: Confiad en mí. Un ejemplo: Trump no entró ni salió en sus presuntas relaciones con prostitutas en Rusia. Simplemente se limitó a declarar que él siempre exige a las personas que viajan con él fuera del país que «sean muy cuidadosos» porque les van a filmar «y pueden acabar en horario de máxima audiencia en televisión». Con ironía, dio a entender que no le gustan las lluvias doradas (que le orinen encima) como firma el informe antes mencionado, porque «tengo fobia a los gérmenes».

Lo mismo pasó con el muro con la frontera de México. Trump dijo que «vamos a empezar a construirlo inmediatamente», posiblemente gracias a una partida presupuestaria de 2007 para la construcción de otro muro (la mitad de la frontera ya está emparedada) que no se ha usado. Otra cosa es que el país vecino lo pague. «México, de alguna forma, y hay muchas formas, nos reembolsará el coste del muro. Eso va a pasar, bien por un impuesto, bien por medio de un pago… Un pago es menos probable. Pero va a pasar», dijo. México insiste en que no va a pagar.

Así que la respuesta crea nuevos interrogantes. Sobre todo con su mención a «un impuesto». Si Trump espera que EEUU cobre un impuesto a México, será volver a la época de los Protectorados coloniales del siglo XIX. Y si a lo que se refiere es a imponerlo a las importaciones de México, va a ser el consumidor estadounidense quien pague el muro, porque las empresas van a añadir su coste a los productos que vendan en EEUU. Más tarde, en un arrebato proteccionista, también amenazó con imponer aranceles a las empresas que no fabriquen en Estados Unidos.

El mismo confiad en mí se aplica a los conflictos de interés del futuro presidente, un área en la que, como explica con ironía Frank Vogl, uno de los fundadores de la ONG Transparency International a EL MUNDO, Trump «tiene una actitud desenfadada». El empresario anunció ayer que se desvinculará de la gestión de sus más de 500 empresas, que agrupará en una sociedad o trust, que dirigirán sus hijos Donald y Eric. «Lo van a dirigir de manera muy profesional», dijo.

El presidente de EEUU no está obligado a abandonar sus actividades empresariales. Pero, dada la fortuna de Trump, se esperaba que hiciera lo que la legislación obliga a los miembros de su gabinete: colocar sus activos en un fideicomiso ciego, es decir, en una estructura legal en la que el propietario ni siquiera conoce el nombre de los gestores. No es ése el caso. Ahora ya no es sólo confiar en Donald Trump, sino también en Eric y Donald junior.

Trump no lanzará nuevos proyectos empresariales en el extranjero. Pero mantendrá los que ya tiene y en EEUU sus empresas continuarán con sus planes de expansión. Finalmente, está el hecho de que varios países de Asia y Oriente Próximo han decidido usar su hotel de Washington, lo que, de acuerdo con la Constitución de EEUU, podría ser considerado soborno. Para evitarlo, donará esas cantidades al Tesoro.

Como dice Vogl, «¿quién va a poner en práctica esas regulaciones? Incluso aunque los medios de comunicación expongan sus actividades, Trump es muy bueno combatiendo a los medios». Eso quedó de manifiesto en la rueda de prensa. Trump calificó a la web Buzzfeed de «basura» y a continuación pidió respeto. Trump dijo que dar ruedas de prensa «es un terreno familiar», cuando la última que dio fue hace siete meses. Y Trump se despidió como una estrella: «Muchas empresas que he puesto en el trust serán gestionadas por mis hijos. Y espero que, después de 8 años [el tiempo máximo de presencia en la Casa Blanca] yo llegue y les diga: «Buen trabajo». De lo contrario, les diré: «Estáis despedidos. Estás despedido»: la frase que le hizo famoso en su reality show en televisión. Un reality show que ahora traslada su set la Casa Blanca.

 

UN MEXICANO CONTRA EL FISCAL GENERAL

Cruzó el desierto a los 12. El joven mexicano Óscar Vázquez llegó a EEUU tras cruzar el desierto de Sonora. Ayer testificó contra el senador Jeff Sessions, propuesto por Trump para fiscal general.

Deportaciones. «Necesito que el jefe de nuestro sistema legal entienda que los inmigrantes hacemos este país más fuerte y que no está bien deportar a los que vinieron de niños», dijo ante el comité del Senado Vázquez, que habló del «orgullo» que sintió al combatir en Afganistán en las filas de EEUU. Su condición de veterano podría influir en los republicanos moderados del comité que puede confirmar o rechazar a Sessions. / EFE