Un golpe de estado hecho a medida

RAMÓN PÉREZ-MAURA – ABC – 19/07/16

· Hay que cancelar el proceso de negociación para la integración de Turquía en la UE.

Menios mal que el presidente Erdogan nos aclaró en los primeros momentos del golpe militar del pasado 15 de julio que los sublevados eran sólo una pequeña facción minoritaria del Ejército. Si llegan a haber sido muchos, ¿cuántas decenas de miles de detenidos habría en Turquía a estas horas?

Lo que Hermann Tertsch apuntaba en ABC el pasado domingo cobra cada vez más fuerza: fue un golpe a la medida de Erdogan. Es inverosímil que un Ejército con más experiencia que ningún otro en dar golpes de Estado no cumpliera ni los más básicos requisitos ya enunciados por Edward Luttwak en 1979 en su magistral manual de cómo dar un golpe de Estado: «Coup d’État: A Practical Handbook». Ni intentaron detener al presidente, ni bloquearon el espacio radioeléctrico ni impidieron las comunicaciones de ninguna forma más que bloqueando un puente sobre el Bósforo. De traca.

A partir de ahí el presidente, que tiene un largo historial de violaciones de la libertad de expresión y de asociación, que ha cerrado o incautado diferentes medios de comunicación, que ha encarcelado a varios periodistas y que manda a la Policía a acosar a las manifestaciones de la oposición, se ha convertido en el salvador de la democracia turca. En 2014 Erdogan aceptó la legislación sobre limitación de mandatos como primer ministro y asumió la Presidencia de la República, cuyos poderes eran muy limitados.

Pero desde el primer momento empezó a reformar el sistema otorgándose crecientes competencias. Y el golpe a la medida del pasado viernes le da la legitimidad que él cree necesaria para reformar la Constitución y asumir en su persona tres cargos que para su visión de Turquía son inseparables: la Presidencia de la República, la jefatura del Gobierno y la presidencia de su movimiento político, el Partido de la Justicia y el Desarrollo.

Los hechos de estos días deberían recibir una respuesta muy clara por parte de la Unión Europea: la cancelación del proceso de negociación para la integración de Turquía en la UE. La Unión no puede tener dentro ni a países en los que se dan golpes de Estado ni a países en los que se responde a un golpe con la represión indiscriminada de miles de funcionarios públicos del Ejército y la judicatura. Esa no es la vía. Y la forma de hacer llegar ese mensaje es poniendo fin a una negociación en la que todavía estaba casi todo por hacer. Turquía nunca ha sido Europa y su hipotética integración debilitaría nuestra unión política a cambio de ampliar nuestro mercado común. Justo lo que desean quienes no creen en el proyecto político que representa la UE.

Y si alguien cree que hay que dorar la píldora a Erdogan como baluarte frente a Daesh, que se mire por dónde lleva ese sedicente «Estado Islámico» sacando su petróleo de contrabando desde hace años: por el sultanato de Erdogan.