Urkullu exige «bilateralidad» real en las relaciones con el Estado

ABC 24/11/16

· Hoy será investido en segunda vuelta al no conseguir ayer la mayoría absoluta

La primera sesión de investidura del jefe del Ejecutivo vasco siguió ayer el guión previsto. Íñigo Urkullu no recibió el respaldo mayoritario del Parlamento, por lo que tendrá que esperar a esta tarde para ser reelegido lendakari en la segunda vuelta, en la que es suficiente la mayoría simple. Tal y como estaba previsto, el candidato del PNV obtuvo los votos a favor de su partido y los del PSE. Un total de 37 apoyos que lo dejó a las puertas de una investidura que sabe que alcanzará a lo largo de hoy. De hecho, el dirigente nacionalista ya ha comenzado a resolver el rompecabezas del próximo equipo de Gobierno, en el que ya se sabe que no estará el actual consejero de Empleo y Políticas Sociales, Angel Toña.

Urkullu ofreció ante la Cámara un discurso conciliador en el que abogó por unir fuerzas en pos del autogobierno vasco. Su objetivo, afirmó, es el de realizar un nuevo «pacto estatutario de futuro» que garantice el reconocimiento del País Vasco como nación. «Es el momento de avanzar en un nuevo marco político de convivencia –continuó– que, partiendo del consenso en el Parlamento, articule un pacto con el Estado y sea ratificado por la sociedad vasca».

En su opinión, la comunidad autónoma necesita de «mecanismos de bilateralidad efectiva» que otorguen valor real a las negociaciones con el Gobierno central, necesarias para «buscar un punto de encuentro respetuoso con la pluralidad de sentimientos de pertenencia nacional» de la ciudadanía vasca.

En este sentido, reiteró su compromiso de defender la «capacidad del decidir» del Paías Vasco aunque, añadió, lo hará respetando los principios «legales y democráticos» establecidos en la Carta Magna.

Una aclaración que agradeció el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, que instó al lendakari a actuar en los límites del marco constitucional y a avanzar por el «camino de la moderación». A su vez, avisó de que su partido no va a «sostener un Gobierno que se incline hacia una soberanía que puede quebrar la convivencia de los vascos». En su opinión, los populares son los únicos representantes de la Cámara que actúan en contra del proyecto rupturista, pero tendió la mano a Urkullu para buscar en el futuro pactos que ayuden a preservar la estabilidad de la Comunidad Autónoma.

Gracias al apoyo de los nueve parlamentarios del PSE, la cuarta fuerza del espectro político vasco, Urkullu podrá ser hoy investido lendakari. El dirigente nacionalista estará al cargo de un Gobierno en minoría que dependerá del apoyo de una tercera fuerza para impulsar su proyecto.

Referéndum
Sabedores de que serán una pieza clave del engranaje secesionista que quieren poner en marcha los nacionalistas, los integrantes de EH Bildu mostraron durante el debate de investidura su voluntad de colaborar con la futura coalición, porque saben además que pueden provocar que surjan contradicciones en la misma.

Como era de esperar la candidata a lendakari de la izquierda abertzale, Maddalen Iriarte, fue un paso más allá que PNV y PSE y exigió la creación de una Comisión parlamentaria dedicada únicamente al autogobierno que avale la celebración de un referéndum «vinculante» para 2018.

Además, afirmó que, si de EH Bildu dependiera, el Parlamento redactaría de forma «unilateral» la nueva Constitución vasca sin esperar respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy, al que advirtió de que su partido no se quedará de «brazos cruzados» si continúa intentando desbaratar sus planes rupturistas.