Víctimas del terrorismo denuncian a EiTB ante Europa por insultar a los españoles

EL CONFIDENCIAL 01/05/17

· «sesgo ideológico» en la televisión vasca
 
· Covite remite a la Comisión contra el Racismo y la Intolerancia un informe en el que refleja que el ente público vasco ha incumplido hasta 41 de sus principios con el programa ‘Euskalduna naiz, eta zu?’

Las víctimas del terrorismo del País Vasco han llevado a Europa la denuncia del “sesgo ideológico” de EiTB y el odio hacia los españoles que proyecta con la emisión de programas como ‘Euskalduna naiz, eta zu?’. Covite ha remitido a la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia un informe en el que refleja que la televisión pública vasca ha incumplido de forma flagrante su código deontológico y principios fundacionales con esta emisión en la que se insultaba a los españoles, a quienes calificaba de “paletos”, “catetos”, “atrasados culturalmente”, “fachas” o “chonis”.

En concreto, este colectivo sostiene en base al análisis realizado del programa que el ente público vasco ha quebrantado “al menos 41 principios que han de inspirar los contenidos de EiTB según la normativa interna aplicable a sus emisiones”. Entre ellos, asegura que se han contravenido los fundamentos de que “las informaciones defenderán la igualdad, la no discriminación y serán contrarias al racismo y la xenofobia”, el “respeto al honor de las personas” o “la defensa de los valores cívicos de la convivencia y el respeto al principio de igualdad y pluralismo político, religioso, social, cultural y lingüístico”. Asimismo, sostiene que se ha incumplido el principio de que “no se incitará al odio o a la discriminación por razón de género, raza o cualquier otra circunstancia personal o social”.

Se han quebrado los principios rectores de que «las informaciones defenderán la no discriminación y serán contrarias a la xenofobia» y «no incitar al odio»

A la hora de examinar el encaje de este programa en el código deontológico de EiTB, el informe alude a siete diferentes regulaciones que sustentan las normas de estilo y buenas prácticas de la radiotelevisión pública vasca: la Ley autonómica 5/82 de creación de EiTB, el Decreto 157/82 de creación de EiTB, la Ley española 7/2010 de Comunicación Audiovisual, las líneas generales de programación de EiTB, el Estatuto de redacción de EiTB, el Contrato programa 2016-2019 de EiTB y el Libro de Estilo de EiTB.

 

De este modo, enumera los puntos concretos de cada una de estas normativas que, a su juicio, colisionan con el contenido del programa, que la televisión pública vasca engloba en el género del humor. En relación a la normativa fundacional de EiTB de 1982, el informe determina que el ente ha quebrantado cinco de los “principios generales” que regulan las emisiones: objetividad, veracidad e imparcialidad; respeto al principio de igualdad, al pluralismo político, religioso, social, cultural y lingüístico; defensa y promoción de los valores cívicos de la convivencia reconocidos en la Constitución y en el Estatuto en defensa del interés general; respeto a cuantos derechos reconoce la Constitución y el Estatuto; y respeto al honor y a la fama de las personas. Además, la normativa, según refleja el estudio, fija que habrán de evitarse los contenidos que promuevan “la exaltación o apología de hechos o conductas atentatorias a la vida, la libertad o la igualdad de los individuos o los grupos” y “la presentación favorable o la apología de conductas legal o socialmente reprobables”.

El informe fija 16 principios del Libro de Estilo de EiTB incumplidos: «contribuir a la cohesión social», «respetar la pluralidad» o «actuar con neutralidad»

Si se atiende a la ley española 7/2010 de Comunicación Audiovisual, que constituye la normativa básica sobre el sector, a la que está sujeta EiTB, Covite sostiene que el ente público hace caso omiso al principio rector de que las emisiones “nunca podrán incitar al odio o a la discriminación por razón de género o cualquier circunstancia personal o social y deben ser respetuosas con la dignidad humana y los valores constitucionales”, así como al compromiso de garantizar una programación que “atienda a los diversos intereses de la sociedad”.

El 23 de julio de 2013 el Consejo de Administración de EiTB aprobó las líneas generales de programación del ente público, que recogen, entre otros, el “ofertar contenidos de calidad, cuidar el correcto uso del lenguaje para comunicar y conectar de forma eficaz con una audiencia masiva y heterogénea”; el “no incitar al odio o a la discriminación por razón de género, raza o cualquier otra circunstancia personal o social”; o el “velar por la defensa de los valores cívicos de la convivencia”. Estos principios rectores, según expone, se han quebrantado con el programa ‘Euskalduna naiz, eta zu?’.

Como también se ha incumplido con esta emisión lo recogido en el Estatuto de Redacción de EiTB, en cuanto a que se “evitará la utilización de expresiones o calificativos injuriosos”, se “actuará con responsabilidad y rigor, evitando el uso de tópicos y estereotipos, especialmente en los casos que puedan suscitar discriminación por razón de sexo, orientación sexual, raza, ideología y creencias religiosas o extracción social y cultural”, o se rechazarán “manifestaciones que inciten a la violencia o expresiones o testimonios vejatorios o lesivos para las personas y su integridad física o moral”.

El informe también apunta al incumplimiento de varios de los puntos recogidos en el Contrato programa 2016-2019 de EiTB, como el “contribuir a la vertebración de la sociedad vasca fomentando valores sociales de convivencia democrática y el respeto a la pluralidad para contribuir eficazmente a la cultura de la paz y a la memoria”. Asimismo, alude al quebranto de hasta 16 principios recogidos en el Libro de Estilo de EiTB, que se aplica también a “profesionales externos” que elaboran productos para el ente público, como ocurre con ‘Euskalduna naiz, eta zu?’. Entre ellos, están los de “contribuir a la cohesión social”, “respetar la pluralidad existente en la sociedad”, “actuar con neutralidad”, “cuidar que los intereses personales (de los profesionales del ente) no menoscaben el compromiso de servir a la ciudadanía” o “defender la igualdad y la no discriminación” con informaciones “contrarias al racismo y la xenofobia”.

Covite acompaña el informe con la transcripción completa del programa para rechazar que se haya distorsionado o descontextualizado su contenido

El programa, que se nutre de los comentarios de representantes de diferentes ámbitos de Euskadi, fue emitido el pasado 8 de febrero si bien la fuerte polémica se desató casi un mes después, el 4 de marzo, con la difusión de un resumen del programa en las redes sociales. En un primer momento, el ente público argumentó que se trataba de un programa de humor, rechazó las críticas y se defendió denunciado que el vídeo difundido en Internet, de diez minutos, estaba “descontextualizado” y “distorsionaba” su contenido. Sin embargo, el visionado del capítulo completo, de una hora de duración, permite concluir que no se ha deformado nada del contenido de la emisión, donde las ofensas hacia los españoles son continuas.

De hecho, Covite acompaña el informe que ha remitido a la Comisión Europea con la trascripción completa del programa para despejar cualquier atisbo de duda. El contundente rechazo político e institucional que originó el programa, entre ellos el del lendakari Iñigo Urkullu, obligaron a EiTB a pedir posteriormente «disculpas» a quienes se sintieron “ofendidos” y a retirar el programa de sus plataformas virtuales, si bien el Gobierno vasco blindó a la directora general del ente, la controvertida Maite Iturbe. Todas estas cuestiones aparecen reflejadas en el informe elaborado por Covite, que incluye las numerosas reacciones en contra del programa y “una secuencia temporal de la gestión de la crisis” por parte del Gobierno y de la dirección de EiTB.

El documento remitido a Europa recoge un análisis “técnico” del programa con datos de audiencia y desglose por edades (el espacio dedicado a los españoles fue, con el 2,8% de share, el más visto de los seis capítulos emitidos por ‘Euskalduna naiz, eta zu?’, que en general obtuvo unos “pobres datos” de espectadores) y otro “cualitativo” que da cuenta de los comentarios de las personas que intervienen en el programa, entre ellos el cantante de Gatibu Alex Sardui, el actor Joseba Apaolaza, el escritor Fermín Etxegoien o la actriz Miren Gaztañaga. Los comentarios de esta última, que calificaba de “catetos” y “culturalmente atrasados” a los españoles, al tiempo que mostraba sus ganas de apagar la televisión cada vez que suena el himno español, incendiaron las redes sociales, que hicieron un llamamiento a boicotear en los cines la película ‘El guardián invisible” en la que participaba. Ante este hecho, el equipo del filme, entre ellos el director, Fernando González Molina, la protagonista, Marta Etura, y la escritora de la novela, Dolores Redondo, se desvinculó “por completo” de estas declaraciones y minusvaloró el papel de la actriz de Irún porque “su presencia es mínima”.

El informe remitido a Europa se fundamenta en el programa que denigra a los españoles, pero esta emisión sirve de base a las víctimas del terrorismo en Euskadi para ir más allá y denunciar con carácter general la “politización” y el “sesgo ideológico” que acompaña a EiTB. De hecho, estas dos cuestiones ocupan sendos apartados dentro del documento. Así, se hace eco de la relación de los directores generales y de algunos cargos relevantes del ente público y su vinculación con el PNV (Andoni Ortuzar, Josu Ortuondo o José María Gorordo, entre otros), y de las constantes acusaciones que “se mantienen hasta nuestros días” de que es una televisión hecha “para nacionalistas vascos”.

El informe recoge «algunas denuncias relevantes» sobre el «sesgo ideológico» del ente público: loas a presos de ETA o la quema de la foto de Felipe VI

Además, se recogen “algunas denuncias relevantes” sobre este «sesgo ideológico» del ente público. En este sentido, pone de manifiesto la encuesta que lanzó para que la audiencia votara si el empresario José María Aldaya, secuestrado por ETA, merecía estar retenido por la banda terrorista, la modificación del mapa del tiempo para incluir a Navarra y al País Vasco francés, el fichaje del exdirigente de ETA Mikel Zubimendi para el programa ‘Debatea’ o la emisión un domingo en horario de máxima audiencia del documental ‘Ventanas al interior’, que loa el “lado humano” de cinco presos de ETA, entre ellos el histórico ‘Mikel Antza’, y por lo que pagó 3.000 euros. También refleja el veto a películas sobre las víctimas de ETA de Iñaki Arteta, caso de ‘1980’, que retrata el año de mayor barbarie terrorista, la permisividad ante la actitud de un tertuliano mientras rompía en directo una foto del rey Felipe VI o la continua alusión a los etarras encarcelados en sus informaciones como “presos vascos” o “presos políticos”.

Se olvida Covite de reflejar en el informe que Maite Iturbe se negó a mencionar de forma expresa a ETA en su primer Plan Estratégico para EiTB, correspondiente al periodo 2012-2016, con el argumento de que la banda terrorista “divide” a la sociedad y “hablar del pasado nos haría daño”. Posteriormente, un pacto entre PNV, PSE y PP la obligó a incorporar esta alusión específica a la violencia de ETA. Esta ha sido una de las muchas decisiones controvertidas de la responsable de EiTB, que acumula ya varias peticiones de cese por su polémica gestión en cinco años al frente del ente. Incluso, el Parlamento vasco reclamó en febrero de 2015 su cese con los votos de todos los partidos salvo el PNV por su “mala gestión” a nivel profesional y laboral (la televisión pública vasca vive la mayor conflictividad interna de su historia).

Con el fin de que Europa tenga una visión global sobre lo que ocurre en EiTB, el informe hace un recorrido por la historia del ente público desde su constitución en 1982, da cuenta de que la televisión presenta en la actualidad sus datos de audiencia más bajos en 35 años de vida, con una cuota de pantalla conjunta por debajo del 10% en sus diferentes canales, y pone de manifiesto su dimensionada estructura actual, con cerca de un millar de trabajadores en plantilla, y que requiere una financiación pública anual de 134,2 millones de euros (presupuesto de 2017).

Con los datos más bajos de audiencia de la historia y una dimensionada estructura, EiTB requiere una financiación pública anual de 134 millones de euros

Asimismo, alude a la reforma del modelo de EiTB que se va a abordar en el Parlamento Vasco con la reciente constitución de una ponencia que, en todo caso, no ha fijado plazos de trabajo. A este respecto, recuerda que “la pasada legislatura ya se creó un foro parlamentario similar y con idénticos objetivos, pero no alcanzó acuerdo político alguno” a raíz de los recelos del PNV, que siempre ha buscado retrasar esta reforma integral que el resto de grupos demanda. Igualmente, hace un “breve análisis” de la situación política en Euskadi, Navarra y España.