ENTREVISTA-El País-Elsa García de Blas

Uno de los fundadores del partido lamenta que en el partido no se permita el debate

Xavier Pericay (Barcelona, 63 años) es el último dirigente de Ciudadanos que ha dimitido; en las últimas tres semanas se han sumado cuatro bajas. Exlíder del partido en Baleares, hasta que perdió sorpresivamente las primarias para repetir como candidato autonómico, el filólogo era el único de los 15 padres intelectuales de Ciudadanos que era miembro del comité ejecutivo. Su desacuerdo no es tanto político como de una cultura interna que, lamenta, no permite el debate ni la discrepancia.

P. ¿Qué está pasando en Ciudadanos para este reguero de dimisiones?

R. Son motivos distintos. Pero en general, en la ejecutiva, aunque es cierto que los grandes temas se han tomado votando con una discusión previa, siempre he tenido la impresión de que todo venía cocinado. Hemos tenido comités ejecutivos una vez al mes, que duran aproximadamente una hora… El nivel de participación es bajo. Y la investidura también ha sido un motivo.

P. ¿Cuáles son las razones de su marcha?

R. En el partido sigo afiliado, aunque no como militante sino como cotizante. Cuando perdí las primarias, en las que no me sentí respaldado por la dirección nacional, me planteé dejar la ejecutiva, hace dos meses. Luego ocurrió el comité el día que dimitió Toni Roldán; yo estaba fuera de España. El ambiente, lo que se vivió allí, me causó una profunda desazón. No puede ser que Albert reaccionara como reaccionó, diciendo a los críticos que monten otro partido. Intenté hablar con Albert, no pude, y al final le envié un correo explicándole mi marcha.

P. ¿Le ha contestado Rivera?

R. Ni he hablado ni me ha contestado. Es bastante común que Rivera no conteste.

P. ¿El líder se ha encastillado?

R. La dificultad del contacto directo hace que se produzca un cierto encapsulamiento del líder del partido. También es verdad que es una persona absolutamente ocupada. Pero es algo propio suyo. No debería comportarse así. La impresión de burbuja de cristal me parece que no es buena.

P. ¿Ha llegado Rivera a un cierto aislamiento?

R. Sí, tengo esa sensación, sobre todo los últimos meses. Es verdad que la campaña para que pactemos con el Gobierno ha sido bastante feroz, despiadada e injusta.

P. ¿Por qué dice que no le respaldó la dirección en las primarias?

R. Este es un partido muy jerarquizado, hay un cierto, no digo antiintelectualismo, pero sí miedo a que pueda haber alguien que disienta, no que haya disentido, que es mucho peor. Yo he sido una persona leal. Incluso era partidario de la decisión de no pactar con Sánchez.

P. ¿Ciudadanos no es capaz de gestionar la discrepancia interna, el talento?

R. Hay una cultura de suspicacia hacia aquellos que están en cargos institucionales y tienen un discurso que va un poco más allá de la retórica del partido. Y luego incorporamos gente, pero no cualquier persona de fuera que provenga de otro partido tiene por qué tener talento. A veces hay más voluntad de desgaste del adversario en determinadas incorporaciones. Y hay otro talento del partido, en la cantera, que queda relegado. Se ha sido muy injusto. Al final, la pregunta es: ¿Somos un partido distinto, o somos como todos los demás? Me gustaría contestar lo primero, pero no me atrevo.

P. ¿El partido peca de personalismo?

R. La figura de Albert es absolutamente dominante. Es difícil de evitar en un partido como el nuestro, por una cuestión fundacional, y por la brillantez, la capacidad de Rivera. No hay nadie en el partido que pueda ponerse a su nivel. Con el tiempo eso puede ir cambiando. Albert no tiene que ser el presidente perpetuo de este partido, aunque en este momento nadie discute el liderazgo. Es un partido que se construye contra las posibles baronías. Se impide a través de la estructura que puedan crearse contrapoderes territoriales.

P. ¿Por qué este miedo a los contrapesos internos, al debate o la discrepancia?

R. No lo sé. Me temo que es por ese miedo a la posible aparición de algún contrapoder. Hay una cultura que es más de la obediencia debida que de la reflexión, el debate y la participación. Yo creo que es un error, visto lo que estamos viendo.

P. El debate que también atraviesa a Ciudadanos es el de la investidura. ¿Un acuerdo entre el PSOE y Cs no es la mejor solución para la estabilidad del país?

R. Es muy difícil responder a esta pregunta. Para que hubiera un acuerdo tendría que haber una voluntad del PSOE de llegar a un acuerdo. No ha habido iniciativa del Gobierno. Luego para mí fue muy significativo que las dos cámaras estén presididas por el PSC, cuando es un partido partidario de los indultos o de la inmersión lingüística en la escuela. Y no digamos lo que ha ocurrido en Navarra, o en el Orgullo. Lo que se ve claramente es una forma de proceder de este PSOE que no es de recibo. ¿Cómo te vas a fiar de este PSOE?

P. Entonces no es partidario de abrir un diálogo con el PSOE.

R. En todo caso, si hubiera algún tipo de pacto posible no veo por qué hay que ceñirlo a Ciudadanos, deberían estar dentro PP y Cs.

P. ¿Es adecuado no acudir a las reuniones con el presidente del Gobierno en funciones?

R. Cuando las cosas a veces se enquistan, las reacciones son de este tipo. Pero reunirse es una obligación de un político en general.

P. Usted es el único de los padres fundadores que estaba en la dirección, y con su marcha se consuma el distanciamiento de los intelectuales que pusieron en marcha Ciudadanos. ¿A qué se ha debido este proceso?

R. Lo ignoro. Se podía haber hecho igual una fundación. Él es cofundador del partido con nosotros, y siempre ha querido marcar una separación.

P. Desde el punto de vista de la idea originaria de Ciudadanos que tenían los 15 intelectuales, ¿el partido ha mutado?

R. Si cualquiera coge el ideario, el programa y las políticas de Andalucía este partido no ha mutado. ¿Qué es lo que da a entender que nos hemos derechizado? Que tengamos un PSOE con el que no hay nada que hacer en este momento.

P. Y que se apoyen en la extrema derecha…

R. Lo de la extrema derecha veremos cómo acaba. Todavía no ha habido ningún acuerdo. En Andalucía las medidas no incluyen nada que provenga de la extrema derecha. Yo no estoy de acuerdo en pactar nada con Vox. Hasta ahora es el punto de vista del partido.