Félix de Azua-El País

Sirva esto tan sólo como índice de que aún hay esperanza en la izquierda, gracias a Sánchez

Uno de los misterios espirituales más imponentes de nuestro tiempo es la anulación de la izquierda como depósito moral y guía de la inteligencia. Muchos la dan por muerta ya que del socialismo europeo apenas quedan ruinas y la extrema izquierda la ocupan ahora partidos como los nacionalistas holandeses, italianos y alemanes junto a oportunistas de toda laya que se apuntan a lo que mande el jefe.

Por suerte, España tiene en el PSOE (que no en vano se presenta como “la izquierda”) un guía espiritual y moral que lo distingue de la desolación general. He aquí algunas notas sobre el socialismo según Sánchez.

Debemos quitar dinero a las regiones más pobres para dárselo a los vascos, los cuales, si bien son los más ricos, lo necesitan desesperadamente y dan mucha pena.

Es forzoso apoyar a los gobiernos regionales nacionalistas, como el de Baleares o Valencia, que fuercen de una vez a sus súbditos a convertirse en catalanes, ideal antropológico de la izquierda.

Siempre que sea posible hay que apoyar a Podemos para conseguir Ayuntamientos que no han ganado. En las elecciones de 2015 les dimos sobre los ocho mil. Sabemos que son buena gente y que a cambio nos recordarán en sus oraciones.

Es necesario negar que en Cataluña se adoctrine a los niños en los colegios y a los semiadultos en la Universidad. De ese modo nos aseguramos la gran cantidad de rebeldes que creará la estúpida Formación del Espíritu Nacional.

Para las próximas elecciones catalanas no se debe intervenir ni TV3 ni Cataluña Radio, las dos fuentes de intoxicación más letales del norte de África. Hacerlo sería atacar la libertad de expresión altamente subvencionada.

No queda más espacio. Sirva esto tan sólo como índice de que aún hay esperanza en la izquierda, gracias a Sánchez.