¡CUANDO LA ETA ‘SE ESCONDE’ EN WILLENCOURT!

Salían muy poco durante el día, pero las idas y venidas se escuchaban por la noche”, explica un vecino que también se había dado cuenta de que habían instalado una parabólica a pesar de que el chalet está bien equipado.

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Cuatro miembros de la ETA se hacían pasar por unos turistas… demasiado discretos.

Willencourt, pueblo del valle de Authie, situado a una corta distancia de Auxi-le-Château, recobró su calma después de unos días de grandes movimientos y de emoción con una invasión de policías, unidades de élite y medios de comunicación.

El pasado jueves, hacia las 20,30 horas, esta comunidad vio desembarcar hombres encapuchados, los miembros del RAID (Búsqueda, Asistencia, Intervención, Disuasión, un equipo de élite de la policía) que asaltaron el chalet, un alojamiento rural, situado en las lindes del bosque de la calle de Witz.

Su actuación fue fructífera ya que interrogaron a cuatro hombres, uno de los cuales era el presunto jefe militar de la ETA, Alejandro Zorbaran Arriola, alias “Xarla”, buscado desde 2007. Este hombre de 30 años estaba acompañado por Mikel Oroz Torrea, responsable del grupo independentista, y de otros dos militantes.

Demasiado discretos

En un pueblo de 136 habitantes, todo el mundo se conoce y los recién llegados siempre llaman la atención. A la gente le gusta saber quiénes son y qué hacen. Fue esta curiosidad lo que acabó en esta gran redada de especialistas antiterroristas.

En efecto, aunque los albergues de Francia acogen habitualmente a turistas, son visitantes ocasionales que quieren descubrir la región, buscar los enclaves interesantes y se pasean todo el día.

Aquí, los cuatro inquilinos, presentados al propietario como estudiantes españoles en unas vacaciones de tres semanas (llegaron el 21 de febrero), eran demasiado discretos.

“Salían muy poco durante el día, pero las idas y venidas se escuchaban por la noche”, explica un vecino que también se había dado cuenta de que habían instalado una parabólica a pesar de que el chalet está bien equipado. A partir de ahí se iniciaron las preguntas (¿por qué españoles de vacaciones en Willencourt? ¿Qué hacen durante el día?). Rápidamente los willencourtueses dieron un paso que les llevó a jugar a detectives. Al cabo de los días, los rumores iban aumentando y el pasado martes llegaron a oídos de la gendarmería.

Ladrones que descansan, traficantes de droga que buscan esconderse, miembros de grandes bandas… las hipótesis crecían a buen ritmo pero de ahí a imaginarse terroristas, nadie lo había pensado y muchos incluso no llegaban a creerlo ni el viernes cuando las fuerzas del orden se desplegaron en masa por el pueblo.

“Ser muy discreto en un mundo rural” es algo que no gusta.

Durante el registro realizado el viernes en el chalet en presencia de los cuatro hombres que habían pasado la noche en las dependencias de la policía judicial de Amiens, se descubrieron pistolas, documentos falsos, material informático y dos coches robados.

Hoy, la calma ha vuelto a Willencourt (el asunto se quedará en las memorias) y la investigación sigue más allá de nuestras fronteras.

LES ÉCHOS DU TOUQUET (Francia), 16/3/2011